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“Lamentablemente se ha transformado o se puede transformar en campaña política algo que nunca debería serlo. Eso tiene que ser un tema de debate de la sociedad en todos sus planos, tomando en cuenta aspectos técnicos, sociales, económicos, de desarrollo turístico, pero nunca politizarlo. En ese sentido, parecería que no es el mejor momento o no es el ideal. Cualquier cosa que se arrime a los tiempos políticos se empasta, se politiza e inclusive se entra en el terreno de las susceptibilidades, de las sospechas, las suspicacias. Y eso es malo en un sentido o en otro. Alguien que quiere actuar de buena fe se ve sospechado y de repente influenciado por alguien que no está actuando de buena fe. En cualquier de los partidos políticos, en cualquiera de los grupos que están trabajando el tema dentro de la Junta Departamental y en el Ejecutivo y fuera, en la sociedad misma, la gente opina en función de sus intereses particulares, conciente o inconcientemente y eso es difícil de manejar”.

“Una ordenanza no es algo rígido como a veces se malinterpreta, o no debe serlo. Es una especie de hoja de ruta con las condiciones y pautas que el conjunto entiende que son las adecuadas para seguir el camino. Pero si hay cambios en el acontecer urbano o de los requerimientos del grupo social que vive en forma permanente o del que viene a visitarnos en temporada o aparecen nuevas tecnologías, la ordenanza debe ser algo dinámico, no debe ser un chicle. Tiene que haber pautas, una estructura que a su vez debe ser revisada”, señaló. A modo de ejemplo, dijo que las ordenanzas de Punta del Este no contemplan algunos aspectos que han ido surgiendo –ni siquiera por la voluntad de los gobiernos. A veces, lo no planificado no siempre es malo: como el turismo de campo, que nadie planificó y que ni este ministerio de Turismo ni los anteriores lo contemplaron y sin embargo, en los últimos 25 años se ha dado con aceleración esta oferta turística que antes no existía. Eso nos abrió un espectro de un cliente nuevo, como el europeo, que en los números rinde y en la cantidad de puestos de trabajo también. Es un turismo de muy buena calidad, al que no hemos hecho otra cosa que –al menos en el período que me tocó a mí en Planeamiento- verlo y satisfacer algunas demandas como mejorar la caminería, alcantarillas y puentes. Eso está sucediendo y esta ordenanza intenta recoger, creo que es uno de los aspectos buenos que tiene, la construcción de un hotel de campo”.

Posteriormente recordó que este proyecto es parte de una serie de iniciativas enviadas en conjunto por el intendente hace no menos de un año y medio a la Junta Departamental. “Originalmente la Junta dijo que todo estaba empaquetado, que muchas cosas diferentes estaban mezcladas en un proyecto solo y lo devolvió al Ejecutivo para desagregarlas por áreas temáticas, como el área de la parada 25 de la Mansa hacia Laguna del Diario, La Pastora, la zona del Shopping. El ejecutivo lo hizo y lo envió nuevamente. Lamentablemente, sin entrar a juzgar los porqués, el hecho es que no se trató y el proyecto quedó durmiendo en la junta departamental. La realidad es que hoy estamos a días de una elección nacional y a meses de una elección departamental y este tema está todavía sobre la mesa. Entonces, si somos puristas, lo mejor es cerrar el tema, ponerlo en un cajón, dejarlo en el congelador y empezar a estudiarlo cuando esté instalado el próximo gobierno. Cuando ya se terminen las sospechas, cuando nadie esté trabajando para nadie de frente o escondido y el tema se trata seriamente”, recomendó.

“Lo ideal es que este planteo el intendente lo hubiera hecho al principio de su gestión y no pasada la mitad de su gestión. Lo hubiera tirado sobre la mesa el primer o segundo año y no más allá, porque son los años cuando no hay suspicacias. Lamentablemente no es así, se demoró y hoy está empastado con la campaña política.

“Aparecen el sindicato de la construcción reclamando medidas para fomentar la construcción. Estamos en una etapa decreciente de puestos de trabajo porque hay algún sacudón de la crisis que está pegando y parecería que esto puede llegar a alentar alguna inversión que hoy no se está dando”.

“Las expectativas cuando empezó la crisis a nivel mundial eran bastante más negras de lo que en realidad fueron. Sigue habiendo interés por tierras, continùa el desarrollo de proyectos, seguimos asesorando gente para compra de terrenos. Las crisis nos pegan en un aspecto y nos favorece en otro, mucha gente viene porque este es un lugar interesante seguro. Hasta ahora ha venido muy atenuada la crisis, pero en los últimos seis meses hemos visto que la compra de los usuarios finales, la compra del departamento terminado se ha enlentecido. Cuando esto ocurre se enlentece la producción, ahora aparece gente a pedir trabajo en las obras y hace un año no encontrábamos ni con lupa un oficial bueno. La mano de obra calificada, que siempre tiene trabajo, estamos empezando a ver el síntoma de que puede haber un problema.

Entonces sería oportuno que si hay algunos de los aspectos de la ordenanza con los que todos estamos de acuerdo, y favorece eso, bienvenidos. Hay un tema en el que todo el mundo está de acuerdo, que es lo relacionado a la rambla de Playa Mansa entre Las Delicias y el viejo camino al hospital Marítimo. En ese sector hay coincidencia de que ya hay algunos edificios de cuatro plantas y que hay una especie de zona desdentada que podría completarse, guardando entre la parada 31 y otra, un aspecto de lo que son las mejores casas. En eso parecería que hay consenso, creo que es un buen proyecto y que no afecta sino que mejora la situación actual.

Acá hay que separar las modificaciones que envió el intendente, con alguna cosa que se introdujo luego en la Junta Departamental. Para ser justo con lo que envió el intendente y su equipo de gobierno, esto lo hemos hablado mucho con Juan Carlos Bayeto, con Julio Riella y algún otro técnico. Desde nuestro punto de vista el proyecto enviado a la junta tenía mucha letra, mucho bla bla bla. Pero fuera de eso había muchos temas compartibles: el tema de la Mansa que mencionamos es compartible, el del impacto en la zona aledaña al Punta Shopping también porque está esa masa comercial y de coches mientras que en la vereda de enfrente se prohíbe la actividad comercial, eso parece lógico.

“Lo de la Avenida Pedragosa Sierra, que hoy tiene una lectura diferente a izquierda y a derecha, queda una calle como renga. Hay un defecto de las ordenanzas y es que las zonas en algún lado terminan, siempre hay un límite. Hay que hacerlo de modo que la lectura de la trama urbana sea homogénea, eso parece bien. Luego hay algo en fraccionamiento Lobos que busca generalizar, hasta ahí todo bien. Lo que pasó después es que en la Junta esto durmió tanto, que en alguna oportunidad, concretamente cuando estábamos yendo en representación del Partido Nacional en reuniones por el puerto del Chileno, el arquitecto Riella y el agrimensor Bayeto nos pidió que habláramos con los ediles del partido. Que les diéramos una mano con el tema que estaba trancado en la Junta. Le dijimos que ellos son mayoría, que se pongan de acuerdo, pero que no nos pidan que seamos los que llevemos adelante la bandera de un proyecto del Ejecutivo cuando tienen lío de entre casa. De todas formas, la postura del Partido Nacional la de apoyar lo que es bueno y no apoyar lo que no lo es”.

“En la Junta Departamental se perdió mucho tiempo y luego empezaron a aparecer cosas nuevas. Concretamente, la manzana de la discordia acá es algo que alguien agregó, no importa quién es ese alguien ni los motivos. Alguien agregó una modificación que nacía en la Parada 16 (de la Mansa); primero iba hasta la avenida Genta, luego a la avenida España, luego la acortaron hasta la cañada de la Parada 24 y ahora está entre la 16 y la 19. Acá somos más o menos bobos pero no tanto. Eso tiene nombre y apellido para tres terrenos. Es un mandado para tres terrenos de inversores de la zona: dos de (el argentino Sergio) Grosskopf y uno de Duber.
En el caso de Grosskopf fue quien hizo la torre Le Jardin e intentó desarrollar un proyecto más alto en uno de los terrenos. Se le dijo que no y su respuesta fue que esperaría hasta el momento oportuno pero lo iba a hacer igual. Eso se metió acá (en el proyecto) y es lo que empastó todo. Entonces el Partido Nacional no está dispuesto a apoyar eso con nombre y apellido, algo que no fue enviado por el intendente y que lo metieron por la ventana. Tengo entendido que el día que Riella analizó la potencialidad de dos de esos terrenos, que le daba ese proyecto de ordenanza, se dieron cuenta del disparate de que iban a 56 pisos y el intendente dijo “no”.
La realidad es que hay un proyecto que es del partido de gobierno, que fue enviado por el partido de gobierno y que lo dejó dormir el partido de gobierno. Hoy la posición del Partido Nacional es que, si se ponen de acuerdo, estamos dispuestos a acompañar lo que se pueda, pero no a hacer los mandados para un señor con nombre y apellido.”

FACTOR VOLUMÉTRICO

“El Factor Volumétrico generó polémica porque no es parte de lo que el Ejecutivo envió. Fue propuesto por un edil que ahora se enojó, se fue a su casa y no sé cuál es su posición política aunque ese es su problema, en todo caso un problema del partido de gobierno, no mío. Que lo resuelvan como puedan. Es un edil que fue del Partido Nacional, que decidió irse a otras tiendas y que ahora se tomó licencia. El ingeniero Gastón Pereira fue quien propuso el Factor Volumétrico, que en teoría es un nombre rimbombante para autorizar más altura. Dice que si en un terreno equis puedo construir 1.000 metros cuadrados y puedo hacer diez plantas, en lugar de hacer 200 metros por planta si propongo hacer 100 metros por planta en lugar de 10 pisos hago 15 o 20 pisos. Es el mismo volumen construido pero con otra volumetría arquitectónica.
Como arquitecto me encantaría tener esas libertades de generar formas mucho más ricas que las que la ordenanza permite, que terminan siendo parecidas a una torta de cumpleaños. Pero en definitiva, si uno deja sin límite el factor volumétrico, puede dispararse la altura. Porque cuando el terreno es muy grande, como los de la manzana de la discordia en la Mansa, que tiene nombre y apellido queriendo “estimular” – y tomen el “estimular” como quieran- a los que están en la órbita de decisión para que aprueben, cuando proyectamos el Factor Volumétrico usando el Factor de Ocupación Total (FOT) del terreno por esa área se nos va a más de 50 pisos. El factor volumétrico es un arma de doble filo. Por sí sólo, no debería ser aprobado, salvo con un techo. Ahora, si digo que el Factor Volumétrico es bueno y se pone un tope de pisos a diferentes zonas, hagámoslo. La ordenanza ya tiene previsiones, cuánto se puede por piso, cuánto se puede en total y cuál es la altura máxima. Si creemos que es bueno en alguna zona, pongámonos de acuerdo cuál es la que tiene que tener más altura y menos ocupación de planta y modifiquemos la ordenanza. No introduzcamos algo que, disfrazado de bueno, trae atrás todo lo que esto trae. Porque lo que está demorando la aprobación de esta modificación es que hay cangrejo debajo de la piedra.
En resumen, diría que el factor volumétrico con un techo sí, pero sáquenle el nombre porque ya no sirve de nada. Digan en qué zona y con qué ocupación de planta y se termina”.


CARO ERROR

“Me interesa particularmente destacar es la posición del Ejecutivo, que comparto en algunas cosas en esta propuesta de modificación de la normativa. Me parece estupendo cuando la gente cambia de posición, porque entendió cosas que antes no entendía. Pero por lo menos que reconozca que antes se opuso a lo que hoy está defendiendo. Porque el intendente De los Santos y todo el partido de gobierno se han llenado la boca y le han puesto la proa a todo lo que se hizo en períodos anteriores y hoy están proponiendo más de lo mismo. Lo están proponiendo con una desprolijidad, fuera de tiempos y con unos líos internos dentro del partido de gobierno, donde hay cangrejos detrás de la piedra. El partido que puso en tela de juicio a todos los demás partidos, que se erigió en fiscal de la nación y que juzgó a todos diciendo que había malas intenciones, hoy está haciendo estas cosas”.

Para citar un hecho concreto. Detrás del Conrad está el proyecto Casino Towers, donde este Ejecutivo aprobó dos torres aunque la ordenanza permite una. Aprecio al ingeniero Bayeto y demás técnicos municipales que intervinieron y sinceramente creo que fue un error. No obstante, me pregunto qué hubiera dicho el Frente Amplio si ese error lo hubiera cometido el Partido Nacional. Este partido que hoy está en el gobierno, que en la oposición tiró lo que todos sabemos para todo el mundo y salpicó a todo el mundo, no hubiera dicho que hay un error sino que hay corrupción. Ese error, sea de quien sea, pero que es del gobierno y del intendente porque él es quien dirige a sus equipos, lo vamos a pagar todos. De una u otra manera, porque el señor al que le autorizaron dos torres y hoy tiene que hacer una, hará o ya inició un juicio por daños y perjuicios contra la administración. Y, o se lo vamos a pagar en dinero, o se lo vamos a pagar autorizándole una torre más alta. Entonces, será una excepción no porque el legislativo entiende que es bueno que haya más altura sino para tapar una cagada. Entonces, el que está edificando al lado puede hacer diez plantas y este señor podrá hacer 15 o las que sean o se lo vamos a pagar en dinero.

LAS EXCEPCIONES DE DE LOS SANTOS

El intendente y su equipo de gobierno se han llenado la boca diciendo que en su período no hubo excepciones y que quieren modificar la ordenanza para que no haya excepciones. Ese es el gran argumento. Pero no es así. Primero, toda norma tiene texto escrito y luego existe la Junta Departamental con la potestad de autorizar excepciones a esa norma. Que el Ejecutivo diga que no quiere excepciones es negarse a las reglas de juego. Porque si yo presento algo que no se ajusta a la norma pero entiendo que es bueno y lo defiendo con mis argumentos, el intendente podrá decir que es bueno o malo y lo enviará a la Junta Departamental y los ediles, de acuerdo a su leal saber y entender, lo aprobarán o no. Ese es el camino de la excepción, que en sí misma no es mala porque las normas no son 100% perfectas y puede haber una tolerancia y es la Junta la que tiene la potestad de aprobarla o no. O sea que la excepción en sí no es mala palabra como se está diciendo. Pero él le llama excepciones a los proyectos que se hicieron en este departamento -los últimos grandes proyectos- al amparo del decreto de proyectos especiales aprobado durante el período de Enrique Antía. Un decreto que fue presentado por el Ejecutivo y aprobado por el Legislativo, que al amparo de él se construyeron unos 16 edificios. Realmente funcionó como un estímulo dio puestos de trabajo a muchísima gente, que aun hoy está ganando sus jornales en base a ese decreto.
Cuando se aprobó el decreto, por el acto complejo del legislativo y el ejecutivo, pasó a ser ley. Entonces, al amparo de la Ordenanza General más ese decreto, se construyó de acuerdo a normativas. No son excepciones. Que este intendente, por favor, deje de decirlo. Y si lo ignora, que lo aprenda o lo averigüe. Él dijo muy bien hace tiempo que era torpe y yo creo que sigue siéndolo. Lo que pasa es que al principio tenía excusa pero ahora lleva cuatro años sentado en ese asiento. Si es torpe que se vaya o que contrate alguno que sea menos torpe que él, para que lo asesore.
Sin embargo, en este período de gobierno, este intendente que se rasga las vestiduras en contra de las excepciones, aprobó excepciones gruesas y algunas vergonzosas. Hay como tres ejemplos. Admitamos como error este del Casino Towers, que el intendente que se llena la boca diciendo que dona parte de su sueldo para la Universidad de la República, ni con 150 años de sueldo va a pagar este error que pagaremos entre todos por la cagada que se mandaron él y su equipo de gobierno.
Voy a excepciones. El Edificio Gala, ubicado en la zona del Beverlly Tower al costado del Conrad: se le otorgó una excepción con nombre y apellido, de cuatro pisos, porque el intendente la vio como buena. Es una excepción del intendente que no quiere excepciones.
Detrás del edificio Paz Marina, en la calle 20, a una cuadra de la plaza, hay un edificio en construcción y está el cartel del mismo del Casino Towers. Ahí se pueden hacer cuatro plantas, recuerdo que hace diez años tuvimos un proyecto de cuatro plantas que no fructificó. Ahí, este intendente, a un señor de apellido Cáceres que yo conozco, en vez de cuatro pisos le otorgó 10 pisos. Una pequeña excepción. Ese señor, en lugar de desarrollar algo al día siguiente lo puso en venta y lo vendió. Este intendente le dio, con nombre y apellido, a un señor, le valorizó un terreno para que saliera a venderlo y no a dar puestos de trabajo. Salió a venderlo, hizo una diferencia, y esa diferencia se la dio este intendente que se niega a las excepciones. Como eso ha multiplicidad de excepciones de este intendente. Entonces, que termine de hacerse la Virgen María, que termine de ensuciar gente y que haga las cosas bien, que si las hace bien lo vamos a apoyar. Concretamente, que las cosas que tiene de bueno este proyecto de ordenanza estamos dispuestos a apoyarlo. Pero que no disfrace que quiere esto porque no va a otorgar excepciones.”


LA CONDUCTA DE LOS EDILES

“Eso siempre está sobre la mesa y es inevitable. Le deseo a Riella es que no se le quemen las manos. Lo escuché cuando dijo que pone las manos en el fuego por todos los ediles de su partido. Bueno, como el invierno está tan frío tendrá las manos calentitas. Yo no pongo las manos en el fuego por gente que no conozco. Lo primero es no dar lugar a que se generen las suspicacias, después se generan, cuando se tiran temas conflictivos en tiempos políticos. El primer error es del intendente, que debió enviar este proyecto en el primer tercio de gobierno y tratarlo rápidamente. Tiene mayoría en la Junta y el partido de oposición no le ha hecho una oposición cerrada como para no votarle las cosas buenas de ese proyecto. Luego, todo lo que se le ha agregado de condimento y ha empastado esto no ha venido del Partido Nacional”.

EL “ERROR” DEL INTENDENTE

“Los aspectos conflictivos de esta ordenanza están en los agregados hechos por el partido de gobierno, la ensalada de discusiones la tiene el partido de gobierno, los que se enojan y se van están dentro del partido de gobierno y los que patean la mesa también. El lío está dentro del partido de gobierno. Ahora, si el intendente no logra atar a la gente de su partido, será porque no ha tenido la inteligencia de tener el partido de gobierno unidad en el departamento de Maldonado. No puede pedir hacer una cosecha cuando no ha sembrado unidad. Su primer error fue, la noche que salió electo, no habiendo hecho un acuerdo con Darío Pérez. Sale con un 20% escaso de apoyo popular y en la noche esa, si no es muy inocente y que de inocente no tiene nada, debió hacer un acuerdo con Pérez porque de lo contrario iba a tener problemas. No sólo no lo hizo sino que además le robó tres o cuatro dirigentes de tercer o cuarto orden, que integran el elenco y que no le han servido de muy poco. Luego, a mi entender, el equipo que armó el intendente más allá de que hay gente que son amigos personales, como Alvarito Luzardo, que es gente buena, es un equipo para perder. Pero está en la tapa del libro: Alvarito Luzardo es un muy buen agrimensor pero de tránsito sabe lo mismo que yo de violines. Y en cada una de las áreas tiene un equipo para perder, porque pone a los muchachos del comité. Por lo menos, que tenga la inteligencia al rato de darse cuenta y traer a otros. Pero además, esta intendencia es tan tonta de manejar, que hay que ser muy tonto para no saber manejarla. Dentro de sus cuadros permanentes, no los de confianza sino de la gente que es de carrera, este municipio tiene de sobra para hacer no un equipo sino tres equipos de gobierno. Si me dan diez minutos te hago una lista de cada dirección y pongo tres nombres de funcionarios con experiencia, que no me importa de que partido son pero son excelentes para manejar el área que está siendo mal manejada. Lo peor de todo es que esos funcionarios con experiencia, que han visto de cerca, están siendo subutilizado y están teniendo por encima de ellos un inútil que no solo los desaprovecha sino que los desestimula. Los han cambiado de lugar, desarmaron los equipos que estaban bien armado y los han subutilizado, por necedad, porque todo lo anterior era malo. Porque tenían que descubrir corrupción y no han descubierto un pomo porque no la hay. Y si la hay, que la encuentren, la juzguen y la saquen a la luz pública, pero que se dejen de ensuciar.
Pero sobre todo, no han tenido la inteligencia de gobernar. Acá el mejor intendente que tuvimos por paliza, fue el “Bala” Burgueño. Y no soy tan perejil de no saber quién era: un tipo que no tenía la formación universitaria y académica pero era más inteligente de lo que podría llegar a ser yo en 15 vidas. El “Bala” fue el intendente que laburó menos, fue el más vago de todos. El que hizo menos horas dedicadas a eso, a pesar de que estaba dentro de su oficina se dedicó a cosas que lo divertían. Pero se rodeó de un equipo, lo respetó, cuando tuvo que cambiar cambió, te daba libertad de trabajo, te apretaba cuando tenía que apretarte, y él iba sobre patines.
Esta intendencia es como para tarados. El que no la maneja bien es realmente un tarado, con todo el respeto por los tarados. Esta intendencia es más fácil de manejar que un kiosco. Si hay un kiosco que no manejo bien, la gente se va al kiosco de enfrente. Pero esta intendencia nos tiene como público cautivo porque no podemos ir a pagar a otra intendencia. También son público cautivo de este intendente los turistas que compraron acá. Además es un público cautivo que te paga en enero, a fines de enero sabes cuánto dinero tienes para todo el año. Entonces, si no sos estúpido, si no mal administrás, si no te llenas de personal y de cargos de confianza –que pueden ser de confianza para algún chisme pero están calificados para nada, porque la mayoría no son de Maldonado y el que es de acá no está ni para jugar de golero-. Tengo el dinero en enero, sé cuánto me entra, sé cuánto tengo para todo el año, no puedo errarle. Hay que ver cuánto tengo de gastos de funcionamiento y hacer colocaciones bancarias. En el período de Burgueño uno de los rubros más importantes para funcionar era el interés del dinero colocado inteligentemente. Se colocaba a 30, 60, 90 o 120 días y lo que se hacía era planificar horas rápidamente. Lo que pasa es que cuando se asume el gobierno hay que llegar con planes ya hechos, si te avisan antes. Si te proponés para ser intendente tenés que tener un equipo de gobierno y entrar con planes de obra rápidos, hacer planificación, hacer proyectos rápidos, presupuestarlos largarlos a ser aprobados por el intendente, y desarrollarlos y licitarlos en la primera mitad del año. Licitar en julio, adjudicar, comienza la obra en setiembre y el primer certificado se paga en octubre, entretanto el dinero rindió intereses. Esa es la manera inteligente, no hay que inventar nada, tiene que usar lo que les dejamos hechos. Les dejamos equipos armados. Planeamiento Presupuesto fue un invento que hicimos entre el 90 y el 95. No había nada, armamos un equipo tomando gente de la intendencia, sólo se incorporaron dos ingenieros. Con ese equipo se planificó toda la obra de Burgueño del 90 al 2000. Ese equipo quedó entero, pues hasta ahora tiene gente dirigiéndolo y no han hecho nada, porque no ha venido nada para hacer, porque no han venido proyectos. El culpable es el dueño del circo”

(transcripción: M.R.)