La concentración de jóvenes que “beben alcohol, escuchan música, gritan y corren picadas” en la Parada 23 de Playa Mansa motivó una carta de vecinos pidiendo al jefe Juan Balbis la intervención policial. Al cabo de infructuosos contactos, afirman que solo pueden dormir “a base de pastillas” y temen que algún residente desesperado “intervenga por su cuenta”.
La misiva dirigida al jefe departamental de Policía, Juan Balbis, está firmada por un vecino que dice representar a quienes viven en la Parada 23 de Playa Mansa “desde hace unos veinte años”.
Señalan que, desde hace aproximadamente diez días, “muchachos y muchachas” han hecho suyo el lugar “durante toda la noche, de todos los días, con gritos, música, picadas de motos (la mayoría sin casco), vocabulario nada recomendable, bebidas y seguramente algo más”.
“Los vecinos dormimos a pastillas. Si cerramos herméticas todas las ventanas nos falta el aire. Incluso tememos que algún vecino actúe por su cuenta”, advirtió el vocero, en la carta cuya copia envió a FM Gente.
Añadió que han denunciado el hecho ante la división de Ruidos Molestos de la intendencia de Maldonado y, si bien han enviado inspectores que disipan la reunión, los chicos vuelven apenas se retiran los funcionarios.
Tampoco han tenido la respuesta deseada en la Comisaría de la Parada 24 donde están los GEO, a unas pocas cuadras del conflicto punto de encuentro juvenil. “Muy amablemente nos escuchan pero sin resultado y teniendo en cuenta que todo ese ruido es además tan cerca de su lugar de trabajo, pensamos que debían hacer algo”.
Dicen que también hablaron infructuosamente con el agente Gerardo Rodríguez, policía comunitario de la zona. Que llaman al 911 y que los jóvenes se van cuando llega el patrullero, pero vuelven rato después.
“Pensamos, o mejor sugerimos, que en lo posible se hagan rondas por la zona. Además en la tarde también se juntan en la cañada a una cuadra de la playa con la misma finalidad: molestar y destruirse”, indican.
Como paliativo, los vecinos planean pedir a la Intendencia “que deje prendida las luces del local de Información turística que durante el año permanecen apagadas”.
“Nos duele enormemente en lo que se ha convertido parte de la nuestra juventud en desvergonzada, irrespetuosa, sin reconocer los derechos de los demás. Pobrecitos, ¡qué futuro nefasto tendrán!”, lamentan.
“Sabiendo de su gran preocupación por la seguridad y tranquilidad del departamento, esperamos que esta situación se resuelva”, se despiden.
(foto: jovenes.es)