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Según la sentencia del Tribunal de Apelaciones fechada el viernes 23 de noviembre, el acusado admitió conocer a la adolescente, era consciente de que era casi una niña y fue a ella a quien ofreció dinero para mantener relaciones sexuales, según informó El País.

Para ello, utilizó un perfil de Facebook falso, que no tenía su nombre, y cuyo objetivo era mantener conversaciones con la adolescente y otras mujeres.

La jueza de 2º Turno, Adriana Morosoni, a pedido de la fiscal Sabrina Flores, procesó con prisión al hombre por un delito de retribución a personas menores de edad o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo.

La investigación judicial probó que el 7 de abril de 2016, el acusado se contactó vía Messenger con el perfil de V.C., de 13 años, quien en ese momento vivía frente al domicilio del imputado y le ofreció dinero a cambio de sexo.

Sin embargo, la madre de la chica controlaba la cuenta de su hija y fue quien recibió los mensajes, por lo que decidió hacerse pasar por su hija y continuó hablando con el hombre, con quien pactó un encuentro al que este no concurrió.

Al interponer un recurso de apelación contra el fallo de la jueza Morosini, la defensa del imputado dijo que su defendido nunca entabló una conversación con la menor sino con su madre, siendo un diálogo entre dos personas mayores de edad.

Además, la defensa señaló que había intenciones de hacer justicia por mano propia cuando la adolescente fue enviada por la madre a la plaza del Barrio Norte seguida por tres mayores: la pareja de su madre, un amigo y un vecino.

La Fiscalía entendió que el imputado se comunicó con la cuenta de Facebook de la adolescente y sabía la edad de su vecina, porque la conocía desde tiempo atrás y agregó que el delito se configuró con la sola propuesta de pago a cambio de sexo.
De este modo el Tribunal de Apelaciones le dio la razón y ratificó la condena.