El radiestesista de Maldonado, Richard Karlem, vinculó los errores que está cometiendo la Dirección Nacional de Meteorología, con unas profecías adjudicadas a los matemáticos y astrónomos mayas, que algunos hoy han desvirtuado como un anuncio del fin del mundo. Karlem elaboró su teoría durante una entrevista en FM Gente.
La radiestesia o rabdomancia, a las que Karlem se dedica, es una actividad pseudocientífica que se basa en la afirmación de que los estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo emisor pueden ser percibidos y, en ocasiones, manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas "L", o una horquilla que supuestamente amplifican la capacidad de magneto recepción del ser humano, define la Wilkipedia.
Karlem, sostenido en sus convicciones, elaboró una teoría que vincula los errores de las alertas por situaciones anormales del clima que emite Meteorología, con un fenómeno que los mayas habrían predicho hace más de 2.000 años. La civilización maya se extendió por unos 3.000 años y finalizó en el primer siglo después del nacimiento de Cristo.
Primero se refirió a la sucesión de tormentas, tornados, y temporales que soporta el planeta actualmente, que consideró inéditos, porque están ocurriendo en un tiempo preciso y bajo unas condiciones precisas, afirmó. Sintetizó que el clima ha enloquecido por la confluencia de otros fenómenos que aseguró los mayas predijeron hace miles de años en base a sus cálculos y reflexiones, y que la Agencia Aero Espacial de los Estados Unidos, NASA, ahora estaría confirmando mediante la tecnología más avanzada.
“Primero que nada debemos quedarnos tranquilos, no generar paranoias, no salir corriendo a los supermercados, abarrotarse de comida, de agua, y todo lo demás”, convocó Karlem, asociando estas profecías y fenómenos físicos con una interpretación vulgar de las ellas que concluye que este 21 de diciembre se acabaría el mundo. Aunque afirmó con énfasis que ninguna de las profecías mayas hablan del fin del mundo, Karlem dijo al pasar que “tener un poquito más de agua, un poquito más de comida, nunca está de más”.
Sostuvo que hoy nadie podría “decir que los mayas fueran unos tontos, o creadores de una paranoia apocalíptica; en ningún momento en el calendario maya hablan de que el mundo se va a acabar y se va a destruir”. “Sí se va a transformar, habrá una gran transformación; lo otro que es seguro que va a pasar el 21 de diciembre, que posiblemente estemos compartiendo como otro día más, es que ese día termina un calendario de cuenta corta unido a otro de cuenta larga”, dijo. Explicó estos conceptos explicando que “los mayas contabilizaron un calendario de 5.125 años que termina el 21 de diciembre de 2012, y, coincidentemente, termina con una cuenta larga, un giro que hace el sistema planetario en torno a la Vía Láctea, en torno a la estrella Alción y que termina con 26.625 años; o sea: se da algo que no se da todos los días”.
Karlem procuró ser más claro para explicar su compleja teoría, cuando comparó lo que va a ocurrir esta semana, con lo que pasó en el año 2.000, cuando coincidieron el cambio de siglo y de milenio, y algunos con visión esotérica también hablaron de una suerte de caos que invadiría al planeta. Las autoridades de todos los países trataron de tranquilizar al mundo, pero junto a las empresas líderes en tecnología armaron una estructura para solucionar una catástrofe que podía darse en todo lo que fuera computarizado. Finalmente, no pasó nada. Agregó que según las cuentas de los mayas, lo que está sucediendo para el calendario maya es algo a lo que le pasó al mundo moderno con las teorías del fin del mundo en el 2000.
“Son siete las profecías mayas, y en ninguna se habla de un apocalipsis, del término de la vida en el planeta tierra, pero sí habla de la sincronización de un nuevo tiempo, del fin de algo, y del comienzo de algo”, reflexionó. Añadió que también”habla que en ese fin iba a surgir una especie de latido sincronizador del centro de la galaxia, una emisión de energía gama de tono violeta, porque el centro de la galaxia emite pulsaciones de tono violeta”. Interpretó como “una cosa interesante (que) hace dos años se detectó por los telescopios que tiene la National Geographic, una serie de fotografías panorámicas de la Vía Láctea donde se ven dos especie de burbujas de tono violáceo que se expanden como un latido, como una energía que brota del centro de la Vía Láctea, que es donde se acumula la mayor cantidad de energía” en el universo, dijo.
Prosiguió afirmando que “esa explosión de rayos gama, la NASA los identifica como rayos gama, lo que hace es expandir esa energía a más de 300.000 kilómetros por segundo, lo que se va proyectando a todos los sistemas solares”. “Nuestro sol, nuestro sistema solar que está al costado izquierdo de la Vía Láctea, está recibiendo en este momento esta proporción de rayos gama, que en primera instancia la recibe del sol”, avanzó. Explicó que es “por eso (que) los científicos que vienen haciendo un seguimiento de (el comportamiento de) el sol desde hace 200 años, han detectado que en estos ciclos que ha tenido, han ido incrementando las tormentas solares”.
“Desde 2008, que hubo una quietud pasmosa sobre el sol, donde no hubo casi ni una tormenta solar, empezaron los aumentos (de la sucesión de esos episodios a partir de 2009), y ahora en 2012 tenemos un aumento brutal de tormentas solares”, consolidó. Aclaró que “según la NASA, se calcula que desde este diciembre que va transcurriendo, a marzo de 2013 se va a estar en el pico más alto de las tormentas solares que se produzcan en el sol”. “La tierra está dentro de ese sistema y está recibiendo toda esa fuerza del sol, que es una fuerza de energía extra, que a su vez está siendo exacerbada por esa explosión de rayos gama que se produce en la Vía Láctea”, desarrolló.
Concluyó la exposición de su teoría señalando que “todo esto constituye un sincronismo que los mayas ya lo habían medido, y que sabían que iba a generar este tipo de cosas deduciendo de causa a efecto”. “¿Acaso no estamos viendo lo que está pasando todos los días con el clima?”, insistió.