Atrás quedó la época en que los guardavidas de Maldonado se limitaban a rescatar bañistas imprudentes o accidentados en el agua. Ahora cuentan con herramientas y preparación para atender insólitas situaciones en playas de diferentes características.
Un reporte primario ofrecido a FM Gente sobre las actuaciones de los guardavidas entre el 6 de diciembre y el 6 de enero revela que la imprudencia en el agua sigue siendo el principal motivo de los rescates en la costa de Maldonado.
Sin embargo, en ese lapso los funcionarios ofrecieron primeros auxilios a varias personas que presentaban cortes en diferentes partes del cuerpo, descompensaciones por las altas temperaturas, ataques de pánico, infartos, golpes y fracturas debido al oleaje.
Incluso hubo un guardavidas que intervino para ayudar a apagar un principio de incendio en la Parada 9 y otro que contribuyó a arrestar a un hombre que cometía hurtos en un estacionamiento.
La tarea de los guardavidas ya no pasa por mantener la vista clavada en el agua, alertas ante el rescate de algún bañista. Todos cuentan con equipos de primeros auxilios y capacitación para atender estos menesteres, indicaron a la emisora el coordinador Marcelo Simoncelli y la guardavidas Marisol Sabino desde el puesto de control.
Este verano se verifica un intenso trabajo durante los fines de semana y una merma de las intervenciones durante los días hábiles, en comparación con la temporada pasada.
ALGUNOS CASOS REPORTADOS
La mayoría de los casos involucran a adultos mayores afectados por las altas temperaturas, extenuados por un excesivo ejercicio de natación, o golpeados por el oleaje que se registró en los últimos días, incluso, en la apacible Playa Mansa. Por esta causa, uno experimentó fractura de tibia y otro se golpeó contra un murallón.
Pero también se notó la falta de atención de los padres, con niños de tres a doce años que en diversos puntos fueron rescatados porque perdieron pie, sufrieron cortes con tablas o raspaduras al ser arrastrados por las olas. En algunos casos, hubo hasta tres rescates protagonizados por padres que estaban en el agua acompañados por sus hijos.
Los balnearios cercanos a Piriápolis y las playas alejadas como Ocen Park o Tio Tom concentran la mayor cantidad de intervenciones, aunque también es importante la asistencia prestada en zonas con alta densidad de bañistas como Bikini o la Brava.