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El gremialista dio que el comienzo de los cursos, fue, “en términos generales, normal. No hubo grandes dificultades (en Maldonado), como sí los hubo en otros departamentos o localidades”.

No obstante, reconoció que hubo problemas en el Liceo 5 “debido a la falta de la empresa de limpieza… Y las clases no comenzaron el jueves, sino ayer viernes”.

Ferreira dijo que en otros casos hubo “situaciones puntuales”, por la existencia de “grupos superpoblados. Por ejemplo, en el liceo de Punta del Este los quintos biológicos del turno matutino tienen 50 chiquilines cada uno”, por lo que se busca una solución que permita descongestionarlos.

Apuntó que en otros casos “está faltando personal administrativo” para realizar las tareas de inscripción, la organización de los horarios y la recepción de los docentes “en forma adecuada”.

El dirigente sindical señaló que se siguen viviendo los problemas locativos y recordó que en el país hay unas mil escuelas y 300 centros de educación Secundaria. Los chiquilines egresan de mil escuelas y hay que incorporarlos en 300 liceos”, manifestó. Y mencionó que, “en Maldonado, por ejemplo, se inauguró el liceo 6 y al año estaba superpoblado”.

También señaló que en liceo 5 se está aguardando “un aula móvil nueva”, pero no ha llegado.

De todas formas, precisó que odas las clases comenzaron en Maldonado. “Por suerte, los primeros comenzaron todos entre jueves y viernes”, aunque consideró que el inicio del 1° de marzo “fue muy apresurado. Y no se condice con la situación de muchos centros educativos, que cambian la dirección, los adscriptos… Y eso significa que hay equipos que comienzan a trabajar el mismo día del comienzo de clases. Eso implica una serie de situaciones complejas, que siempre se resuelven, aunque se generan problemas”, agregó.