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“Estamos presentando una denuncia sobre un hecho bastante lamentable. Dos vecinas de Maldonado nos comunicaron que fueron al refugio de la Ruta 39 en busca de un perro que se les extravió hace un tiempo y se encontraron con un estado que ellas describen como ‘horroroso’. Concretamente vieron a dos canes comiéndose vivos a dos perros que estaban enfermos o lastimados”, según le narraron.

“También vieron perros quebrados, en un lugar anegado. Eso también fue subido a las redes sociales. Yo ya estuve conversando con gente vinculada a la Protectora de Animales y gente que habitualmente va al refugio, y parece que estas cosas suceden ‘normalmente’”, apuntó.

El edil afirmó que desconoce “quién está a cargo del refugio. La estamos solicitando al intendente, a través de la Junta Departamental, que tome cartas en el asunto. Si estás irregularidades se comprueban, es un asunto bastante grave”.

Adelantó que, si estas denuncias se comprueban, se van a apoyar las medidas que se planteen “para mejorar el refugio y corregir estas situaciones lamentables”.

Destacó que si el intendente detecta que hay algún incumplimiento de la ley 18.471, que es la de protección animal, “y hay que tomar algunas acciones legales con quien corresponda, también lo vamos a estar apoyando”.

“La intención es corregir esta situación. Es un tema delicado el de los animales. Sabemos que genera rechazo el tema de los animales sueltos y emoción en quienes están más comprometidos con esa causa. Pero ni en un caso ni en el otro puede incidir que en un lugar donde los perros deben estar en un refugio, puedan estar alimentándose de otros vivos… Es un refugio de la Intendencia. Por eso solicitamos que se tomen las medidas necesarias”, insistió.

LA TESTIGO
Sofía Sonderegger es la joven que hizo pública la situación de la que fue testigo en el refugio.

Relató que el pasado lunes concurrió al lugar con su esposo a buscar una mascota que se le perdió y que al llegar fueron atendidos por un funcionario que los invitó a pasar hacia un sector donde había varios animales que, de acuerdo a lo que se les informó, eran los que estaban enfermos.

Acto seguido Sonderegger contó que fueron a los caniles abiertos, donde vieron que en cada sector había más de diez perros y que el lugar estaba lleno de agua.

Según su testimonio en el primer canil vieron un perro grande con la pata quebrada, colgando, y que la situación “era horrible de ver”.

Añadió que “todos los perros estaban mojados porque era una laguna desde donde empezaba hasta donde terminaba”.

Completó con que al mirar para un costado vio “dos perros, peludos, enormes, con la panza uno casi vacía, porque había otro perro negro que se lo estaba comiendo todo”.

Indicó que la situación la dejó “helada” y que lo único que quería era retirarse del lugar ya que le temblaban las piernas y que nunca en sus 26 años había visto algo así.

Agregó que el funcionario “no se inmutó”, que “estaba con las manos en los bolsillos” y que no les dio ninguna explicación.

Finalizó su relato contando que “si así estaban los perros de afuera no se imaginaba cómo estaban los que había adentro”.

Consultada sobre si había tenido posibilidades de fotografiar la situación, respondió que no se les había permitido tomar imágenes en el lugar.

Por su parte, el coordinador de Higiene de la IDM, Carlos Medina, salió al cruce de la denuncia y rechazando las afirmaciones sobre la situación del refugio.


Vea nota relacionada: http://www.fmgente.com.uy/noticias/desaf%C3%ADan-comparar-refugio-animal-actual-35523.html