El prestigioso médico Carlos Benjamín Álvarez, considerado una eminencia en la medicina, tiene 82 años y se mudó al balneario esteño buscando “alivio y tranquilidad”. Fue el médico que, en el año 2004, le salvó la vida a Diego Maradona en el sanatorio Cantegril.
En diálogo con el diario argentino Clarín, Álvarez contó que decidió mudarse a Punta del Este porque “representa una calidad de vida muy bienvenida a esta altura del partido".
A su edad tuvo que revalidar su título académico y volvió a estudiar durante 6 meses, 6 horas al día, para obtener la revalidación en la Universidad de la República. “Más allá de lo duro que fue, valió la pena el esfuerzo”, manifestó.
Su consultorio está frente al puerto de Punta del Este. Remarcó de esta ciudad su calidad de vida: “El poder estar a las dos de la mañana hablando por teléfono en plena la calle con la tranquilidad de que nadie te va a venir asaltar, porque por sobre todas las cosas en Punta del Este no existe el mercado negro de celulares", expresó al mencionado medio.
Asimismo, declaró que una de las razones por las que eligió Uruguay fue por su política sanitaria ante el Covid: “Aquí ya se vacunaba con la Pfizer cuando en la Argentina estaba recién llegando la Sputnik y todo el despelote que se generaron con las vacunas rusas".
SU VÍNCULO CON MARADONA
En el año 2004 Álvarez viajó de Buenos Aires a Punta del Este para atender de urgencia a Diego Maradona que se encontraba internado en CTI en el sanatorio Cantegril con una severa insuficiencia cardíaca.
Contó que el futbolista tenía 5000 microgramos de cocaína ingeridos, “que es una barbaridad”, y su corazón tenía el 27 % de sus funciones, “su posibilidad de morir era alta”.
Todas las noches se iba a dormir pensando en que si Maradona se moría se tenía que “ir a vivir a Saturno” porque lo “iban a matar”. Pero “lo sacamos adelante”, relató.
Sobre su relación con él expresó que “no era un paciente fácil. Hay cuestiones que no voy a poder contar, porque me hacen juicio, pero hizo cosas tremendas que me las voy a llevar a la tumba, es secreto profesional".
Foto: Diario Clarín