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En la entrevista central de este viernes, la economista Mercedes Comas de la consultora Pricewatherhousecoopers analizó esta situación en la siguiente conversación cn el periodista Alexis Cadimar:

Comencemos comentando qué pasó con la industria, ¿qué muestran los últimos datos?

Bueno, como adelantabas, la industria manufacturera fue uno de los sectores de producción más afectados a raíza de la crisis internacional. De hecho, si comparamos con un año atrás aún se observan caídas en el nivel de producción. Las últimas cifras divulgadas por el INE señalan que en setiembre, la industria presentó una caída interanual de 2,3%.
Igualmente, el dato positivo es que esta caída se ha ido desacelerando y en los últimos meses la industria muestra un leve repunte.

¿Qué datos tenemos para los últimos meses?

Si tomamos el trimestre julio-setiembre y lo comparamos con el trimestre anterior, se observa un aumento de 3% en la producción industrial. Este es el segundo trimestre consecutivo en que la industria crece, y las cifras contrastan con la caída de 9% registrada de los primeros tres mese del año.
Por lo tanto, estamos ante un leve repunte de la industria. Y esto ha tenido consecuencias en términos de empleo.

¿Cómo ha incidido el repunte de la industria en el nivel de empleo?

Bueno, debemos tener en cuenta que la industria no es un sector intensivo en mano de obra, y esta es una de las razones por las cuales la crisis no tuvo un impacto significativo sobre el mercado laboral.

Lo que observamos es un aumento en el número de horas trabajadas en el sector industrial durante los dos últimos trimestres, luego de la importante caída registrada en el período enero-marzo. No obstante el índice de personal ocupado continúa mostrando leves caídas.

Esto en cuanto al empleo en el sector industrial, pero ¿qué vemos para el resto de la economía? ¿Cuál es la situación del mercado laboral?

Bueno, como decíamos, la crisis internacional no tuvo serios impactos sobre el mercado laboral local. En parte esto se debió a que el sector más afectado fue la industria -que no es intensiva en mano de obra- pero también debido al efecto positivo que tuvieron los distintos mecanismos diseñados con el objetivo de mantener el nivel de empleo.

En este sentido, desde abril de este año el desempleo se ha reducido de forma sostenida. En el período julio-setiembre la tasa de desempleo para el total del país se ubicó en 7,1%, mostrando una reducción de casi un punto porcentual respecto al trimestre anterior.

Finalmente, cabe destacar que esta reducción del desempleo se debió a que la demanda de empleo creció por encima de la oferta. Es decir, en el trimestre se crearon más puestos de trabajo en relación a la población que comenzó a buscar empleo de forma activa.

Estas mejoras en el mercado laboral deben haber incidido en el ingreso de los hogares, ¿tenemos datos al respecto?

Las últimas cifras que divulgó el INE para los ingresos de los hogares corresponden a agosto.

Entonces, si tomamos el promedio de ingresos reales en el período enero-agosto y lo comparamos con igual período de 2008 vemos una suba de 6,4% en el poder adquisitivo de los hogares para el total del país.
Se observa un mayor aumento en el interior del país, donde el ingreso real creció 7,5% en este período, mientras en Montevideo el aumento fue de 5,6%.

Finalmente, ¿a qué de debió esta suba del ingreso real?

Se destaca el fuerte aumento de las pasividades, que en el promedio de enero-agosto crecieron 18,3% real respecto a un año atrás.
Por su parte, los ingresos salariales se incrementaron un 9,3%, en tanto los ingresos de los trabajadores por cuenta propia subieron 7,3%, todo esto en términos reales.

En resumen, tenemos señales favorables para nuestra economía…

Así es. En cuanto a la industria, si bien aún se ubica en niveles bajos respecto a 2008 -debido a que la caída provocada por la crisis internacional fue muy profunda- tenemos una recuperación de la actividad

En cuanto al mercado laboral, en los últimos meses el desempleo se ha reducido sostenidamente con un aumento de la demanda de trabajadores por parte de las empresas. Finalmente, este repunte en la actividad global ha implicado una suba del poder adquisitivo de los hogares, impulsada por el aumento en el interior del país.