El doctor Gustavo Zubía, quien se desempeñara como fiscal en Maldonado hasta el año pasado, consideró que existe una gama de medidas de escasa entidad para delitos muy graves cometidos por menores de edad.<br />
En diálogo con Revista Informada de FM Gente, Zubía dijo que el 85% de los jóvenes delincuentes están presos menos de seis meses. En ese marco, sostuvo que actualmente se discute sobre la viabilidad de las medidas de seguridad aplicadas a menores de edad, aspecto en el que existen opiniones muy disímiles.
Explicó que para delitos de extrema gravedad como un homicidio, un menor recibe sanciones que se pueden igualar a 1/6 parte de lo establecido por el Código Penal para un adulto. En este aspecto es que consideró que la misma ecuación debe hacerse en el resto de las infracciones, para mantener una relación con el Código.
“Lo que yo sostengo es que a mi juicio hay un paralelismo; la imposición que se le pone a un adulto cuando comete una infracción gravísima, que generalmente está varios años detenido como preso, y la imposición que se le debe imponer a un adolescente, eso si, en una relación de más o menos, de acuerdo a los lineamientos del Código”, explicó el fiscal Zubía, al tiempo de recordar que el Código de la Niñez y la Adolescencia pone un máximo de internación de 5 años, “y eso lleva una relación de 6 a 1”.
Dijo además que las conductas de privación de libertad para las infracciones gravísimas del Código Penal, deben disminuirse en 1/6 parte. “Si una rapiña para un adulto implica una privación de libertad, cuando es agravada, de 6 o 7 años, en el caso de un adolescente como base de cálculo, no como cifra final, usted le debe computar una sexta parte que le da aproximadamente 10 meses a 1 año, y a partir de esa sexta parte y ahí sí, en función de las características del adolescente, le regula en más o en menos esa medida”, aclaró.
Finalmente el doctor Zubía, compartió a modo de ejemplo una anécdota, cuando le preguntó a un joven corpulento, bien alimentado, de extracción social media a baja pero con hábitos familiares constituidos, porqué había rapiñado. “El joven dice así, ‘porque es un bollo, porque en el barrio todos lo hacen, y porque si te agarran no te pasa nada’”, comentó.