El diputado blanco Federico Casaretto (Alianza Nacional) - quien en las pasadas elecciones quedó detrás del reelecto diputado Nelson Rodríguez por 1.000 votos, podría retener su banca si los números del resto electoral le permiten llegar a la cifra suficiente para ocupar el puesto. El legislador habló en FM Gente de la votación departamental del fin de semana y dijo que la competencia fue con Antía. Tampoco descartó ser candidato al municipio en mayo de 2010. (Entrevista completa)
Washington Ferndinand (W.F) - La banca está en juego, por ese complejo sistema que es muy difícil de entender. Pero determina que si un diputado no sale en forma directa tiene la posibilidad de obtener la banca, a través del mecanismo por “restos”. ¿Cómo está ubicado en esa pelea por la banca?
Federico Casaretto – Han pasado muy pocas horas. Está el tercer escrutinio, que es el que recoge todos los restos del país y desde ese punto de vista estamos muy bien ubicados dentro del Partido Nacional. En Maldonado tenemos un resto de 11.500 votos, lo que es prácticamente la mitad de una banca. Lo otro que se evalúa es el porcentaje de los habilitados que votó en cada departamento: en Maldonado votó más del 90% y en otros departamentos no fue así. Eso puede implicar que algún departamento con baja votación pierda una banca y se traslade a uno con buena votación. Sinceramente, uno tiene la ansiedad de saber, pero no es lo que más me ha preocupado. A menos de 24 horas del resultado electoral, en la noche de ayer, el sector Renovación tuvo una reunión de más de 100 dirigentes de todo el departamento que manifestaron su voluntad de ponernos a trabajar para el balotaje. No hay mayo sin octubre y además no solo nos jugamos el triunfo del doctor Lacalle y del PN, sino el triunfo de todo un espacio de gente que tiene una forma diferente de ver la política y que valora la esencia de ser uruguayo: el respeto, las buenas costumbres, la institucionalidad, los valores como la familia, que están en juego y que están siendo erosionados por un modelo distinto al nuestro. Y no digo solo al de los blancos, sino que en esto incluyo a colorados, independientes y ciudadanos que no tienen partido político.
WF: ¿Que pierda o no la banca, condiciona su candidatura a la IMM en mayo?
FC – Quiero ser muy explícito: no hay nada que nos distraiga de aquí al 29 de noviembre que no sea el balotaje. Después de esa fecha se reunirá la Convención Departamental y el PN en su conjunto – hablo de Maldonado y a nivel nacional- tendrá que definir la estrategia y la mejor forma de presentar el menú electoral. El PN tiene buenos antecedentes en ese sentido: en 1999 quedamos 11.000 votos abajo del partido que ganó y siete meses después ganamos la intendencia. En 2004 quedamos nuevamente 11.000 votos debajo de la izquierda y no ganamos la intendencia nuevamente por razones del destino, porque quedamos a 1.800 votos. Por lo tanto, hoy a 10 mil votos de diferencia el PN está en inmejorables condiciones. Mucha gente separa lo que es el presidente y el gobierno nacional, de quien uno entiende que es el mejor vecino para conducir el departamento. Por lo tanto, Casaretto no es artífice de su destino en materia de candidaturas municipales. Pero en la elección pasada el FA competía con Darío Pérez, De los Santos y Alcorta y el PN tenía el gobierno. Y no hicimos las cosas del todo bien y quedamos afuera. Hoy el FA va con los mismos candidatos pero tiene el gobierno. Entonces tenemos que hacer las cosas muy bien, esto no va a depender de lo que tres o cuatro resuelvan en una pieza. El partido tiene que tomar una decisión de estrategia política.
WF – Dos cosas, primero que no creo que el FA vaya con esos tres mismos candidatos. Pero ese es otro tema. Usted dice que no es dueño de su destino político, pero se dijo que usted decía que si su resultado electoral no era el mejor peligraba su deseo de ser candidato a la IMM. ¿Sigue teniendo, a pesar de no conseguir la banca, su deseo de ser candidato?
FC – Hay algo que es diferente. En la elección interna Renovación tuvo el 16% de los votos del PN y en la elección nacional, donde votó toda la gente, Renovación tuvo 33% de los votos del partido. Fuimos el único sector que duplicó el porcentaje, no sólo la votación. El PN tuvo 26.000 votos en la interna y 32.000 en la nacional. Y nosotros aportamos de eso los 6.000 votos que son la diferencia. Tuvimos 5.500 en la interna y llegamos a 11.000 en la nacional. Entonces, vaya si es respaldo. Ya no soy candidato de, el hijo o el ahijado de, o el que pusieron en tal lado, sino que tenemos personería política y estatura política de partido.
WF – Usted se siente candidato…
FC - No me siento candidato porque serlo o no depende de la Convención. Sí digo que, más allá de ser diputado o no, de ser candidato a intendente o no, hay responsabilidades a las que no podré escapar. Y es que la tercera parte del PN eligió nuestra opción y en ese sentido hay que tomar posiciones.
WF – Perdónome, no quiero seguir dando vueltas con preguntas. ¿Sí o no? ¿Quiere ser intendente o no?
FC – Quiero que gane mi partido y haré todo lo que sea necesario para que eso suceda. Si el nombre de Federico Casaretto le sirve al Partido Nacional para obtener el triunfo en mayo, allí estaré. Si la Convención entiende que no debo estar, no estaré. Pero nadie va a pensar que me voy a ir para mi casa y no voy a dar la batalla, sea por mi candidatura o por otra del partido para que en Maldonado ganemos los blancos. Porque estoy convencido que los blancos en Maldonado gobiernan mejor que la izquierda, porque lo comprobé en todas las recorridas de la campaña. La gente me decía que en esta le iba a dar una mano a los colorados o al Frente Amplio, pero en lo departamental no tienen dudas. Sé que es así y así se demostró en las últimas elecciones. Por lo tanto no es que le quiera rehuir, pero no le puedo dar una respuesta. No depende sólo de mí el imponer o sustraer mi nombre a determinadas opciones, así como no debo depender de otros dirigentes que digiten los candidatos.
WF – Si la Convención dice que usted tiene los votos de los convencionales suficientes para ser candidato a la IMM, ¿usted lo va a ser?
FC – Lo voy a ser, voy a ir por la intendencia de Maldonado y no tenga dudas que si no gano estaré al lado del hombre del partido que gobierne.
WF - ¿Cuántos porqué aparecieron la noche del 25? ¿Por qué este resultado electoral? ¿Por qué me fue así? ¿Por qué la gente votó así en Maldonado? ¿Tienen respuesta esos porqués?
Primero el partido, que tuvo una bajante en todo el país. En Maldonado no votó mal y crecimos, no todo lo que se hubiese esperado. Creo que hay que hacer rápidamente una autocrítica porque las elecciones son en un mes. Pero por otro lado le digo ese sentimiento dulce: Cuando la gente es acarreada a votar, cuando pesa la plata, cuando pesan los móviles y los comités, ahí tuvimos un 16% del partido. Cuando pesa el voto de opinión, la gestión, la identificación con determinados referentes, ahí tuvimos el 33% de los votos. Mire qué escenario inmejorable para el partido de competencia: hoy tenemos tres sectores totalmente definidos. La histórica Lista 23 con Ambrosio y con esa renovación que le imprimió Rodrigo y que hizo una tremenda labor, con una visión diferente en una vieja lista histórica y supo mantener los votos que históricamente esa lista marcó en el PN. Por otro lado el sector del ingeniero Enrique Antía, que lleva a la diputación a Nelson Rodríguez con quien compartimos la banca en estos años. Y luego surge nuevo el otro tercio, la otra parte, el 33% de Renovación. Mire que para mí no fue fácil. Yo competí con la estructura más importante del partido que era la estructura del ingeniero Antía. No sólo competí con Nelson Rodríguez, era el equipo de Antía, era la gente de Antía. Era el propio ingeniero Antía haciendo propaganda en televisión. También competí con la lista oficial del Herrerismo, nadie duda que el hombre de Lacalle en Maldonado es Ambrosio Rodríguez y que la Lista 23 es la que encarna el oficialismo partidario. Casaretto competía solo. Con un gran equipo de gente, pero no era el candidato de uno o de otro. Entonces, para nosotros esa noche la evaluación no fue de bajón, sino que se bautizó políticamente una opción nueva.
WF - ¿Usted dice que peleó contra la plata, la estructura, las presencias… no es válido todo eso en una campaña?
FC – Por supuesto, que es válido. Pero también hay que poner en el plato de la balanza que después esas cosas no nos lleven a decir “qué bien que voté, pero perdió mi partido”. Que es lo que muchas veces al PN le ha pasado.
WF - ¿Por qué alguien debe decir eso?
FC – No, simplemente me remito a antecedentes de los cuales debemos aprender. No sólo hay que alimentar los egos personales – lo digo en primera persona, ser diputado, ser el líder o tener más votos- si después mi partido pierde. Soy blanco de naturaleza, lo primero que quiero es que gane el partido nacional. No me importa quien, quiero ganar yo. Vamos a disputar, si el partido así lo entiende, el gobierno municipal. Vamos a ser los abanderados en este balotaje, porque yo soy diputado del Partido Nacional hasta el 28 de marzo de 2010 y tal vez vuelva a ser diputado. Hay que salir a hablar con Germán Cardoso, con Francisco Sanabria, con Heriberto Sosa, con Aquiles Gómez. Pero no podemos estar encerrados en casa con la calculadora, viendo qué cargo me va a tocar o qué espacio voy a tener. A mí lo que me importa es que ganen los blancos. Y en este balotaje es mucho más que eso. ES que gane una opción diferente a la del FA, que en este caso es la opción de Mujica, que no es la opción de Tabaré Vázquez.
WF - ¿Considera que hay algo que hizo mal, que debió hacer algo de otra manera?
FC – En la interna hicimos una reunión de autocrítica, donde señalamos duramente problemas de la campaña, falencias y debilidades. Pero en la reunión de ayer hubo optimismo y confianza. Tuvimos una excelente campaña publicitaria, fuimos los únicos en el espectro político que confrontamos con Mujica, que es el modelo que hoy está enfrente al nuestro. Hablando de la opinión que Mujica tenía de los impuestos, la seguridad y las inversiones. Eso nos hizo embanderarnos con un sector importante de la población. Por supuesto que tenemos que fortalecer la estructura económica, la de arquitectura electoral. Ese no es nuestro fuerte, pero sí el voto de opinión. No hay cosa más linda que obtener el respeto de la gente en la calle. Yo golpeaba puertas hasta del FA y me manifestaban respeto aunque algunos me decían que no me iban a votar nunca.
WF - ¿Usted siente que tiene que cambiar algo de su estilo de hacer política?
FC – Tuvimos un cambio en el estilo de hacer política en esta campaña. La primera parte de nuestra campaña apuntó a desmitificar una serie de elementos, capaz algunos con razón y otros fabricados por los adversarios. Eran testimoniales de vecinos diciendo que Casaretto es duro pero es lo que se necesita en el Parlamento, que parece que sabe mucho pero hace 18 años que está en el departamento, que es muy frontal pero eso es bueno para defender el parlamento. Eso se trató de desmitificar en la primera parte de la publicidad, pero también fue acompasado con un cambio de actitud. El paso de los años enseña, uno va aprendiendo y los golpes van marcando. He dicho que por esta actividad perdí trabajo y familia, pero siento que nací para esta actividad, no soy un paracaidista. Soy radicalmente blanco. Me formé cuando no había democracia en el Uruguay siendo blanco, en mi familia se pasaron vicisitudes por escuchar casetes de Wilson. A esta altura, por su puesto que me importa ser diputado de Maldonado y además lo quiero porque hice una buena gestión. Pero no voy a dejar de militar, ni de tener el rol que tengo que tener, y más con 11.000 voluntades que me dan tremendo espaldarazo, por el hecho de si tengo la banca o no. No soy el nene enojado que me vuelvo para casa con la pelota abajo del brazo.
WF - ¿Hasta donde llegan las diferencias con Antía?
FC – Son diferencias de posicionamiento político, tenemos una buena relación personal como la tengo con todos los actores políticos del departamento. Por supuesto, tenemos visiones diferentes. Creemos que el partido tiene que tener competencia, no creemos en las hegemonías y creemos que no basta con dos candidatos sino que el partido tiene que hacer un esfuerzo por llevar tres. Sería muy bueno después de este escenario de triple empate que se da en la interna partidaria sacarle el jugo y saber leer que cuando el partido es competitivo crece y gana. Así crecimos en el 99 y en el 2004, aunque no nos dio para llegar. Y cuando no tenemos ese tipo de competencia, corremos riesgos que el Partido no está en condiciones de correr.
WF - ¿Si Lacalle es presidente, cómo hará para gobernar sin mayoría parlamentaria?
FC – Dialogando. Cuando el doctor Lacalle ganó la presidencia en 1990 tenía menos respaldo de lo que podía tener hoy. Entonces no había balotaje y se llegaba con 30 y pico por ciento de votos. Sin embargo se construyó la gran coincidencia nacional en el Parque Hotel.
WF – Va a ser difícil cumplir con las promesas…
FC - Va a ser difícil para todos. Tampoco hubo muchas promesas. Hubo una plataforma para que la gente optara. Si usted quiere que se elimine el impuesto a los jubilados vote al PN, si quiere que se elimine la inseguridad o haya un ejercicio mejor de la autoridad también.
WF – Pero sin mayoría parlamentaria esas cosas son difíciles.
FC – Pero va a haber que negociar. Y ahí tenemos un gran negociador que es mi referente y mi líder político, Jorge Larrañaga, que tiene una excelente cintura y un excelente don de gente para poder negociar y conversar con todos los actores políticos.
WF - ¿Usted cree que hubiera sido diferente con Larrañaga candidato?
FC – Estoy convencido de que sí. Por eso lo apoyé en la interna.
WF - ¿Hubiera votado mejor el PNl?
FC – No sé. Ese tipo de futurología yo no lo sé hacer. Me dedico a la actividad política. Este sistema dice que el que ganó, ganó, y todos los demás acompañamos. Y tuvimos un gran referente como Larrañaga que esa misma noche dio el espaldarazo para que el Partido se uniera con el wilsonismo y con el herrerismo.
WF - ¿Qué piensa hacer en las reuniones que mantendrá con dirigentes del departamento?
FC – La idea no es ocupar ningún rol oficial sino, como integrante del Partido que va al balotaje, conversar acerca de de la actual situación del país. Conversar acerca de las opciones que el país tiene que definir en los próximos treinta días y, en la medida que podemos tener coincidencias, como dijo Lacalle, despojarnos por unos días del poncho blanco y ponernos la camiseta del Uruguay porque tenemos que convocar a mucha gente para poder recorrer esta patriada que nos toca el 29 de noviembre.