A través de una nota enviada a la Directora de Medio Ambiente de la IDM, Ing. Betty Molina, un numeroso grupo de vecinos de la zona del Paseo de la Aguada da cuenta de una serie de intervenciones realizadas por la empresa a cargo del mantenimiento y limpieza de la zona que, a su juicio, han devenido en no sólo que el curso de agua se haya secado sino en la destrucción del microclima del área. Los vecinos aguardan una reunión con los técnicos y reclaman la recuperación del espacio.
La Dra. María del Carmen Salazar, como delegada en protección medioambiental del grupo de vecinos, explicó en FM GENTE lo que está sucediendo durante el tiempo en que la empresa está trabajando en la zona.
Salazar explicó que este lugar, al que calificó como “único” por su microclima, flora y fauna, tal vez sólo similar a un área del Parque Mancebo, se ha visto afectado al punto de que hoy ya no hay pájaros, se secó el suelo de la cañada y que se han cortado numerosos árboles y plantas.
En la nota enviada a Molina, los vecinos destacan acciones como la de instalar papeleras, aunque aclaran que no están colocadas en el lugar correcto, la presencia de guardias y la limpieza de plásticos y botellas, pero no el “desmantelamiento del hábitat” tras las podas y otras acciones de la ganadora de la licitación.
Recuerdan, además, que durante el segundo mandato del intendente Burgueño se diseñó un plan de manejo de La Cañada que diferenciaba zonas: una parte de césped corto y otra en la que se preservaba toda la exuberancia de la vegetación y, por tanto, de la fauna. Se construyeron los puentes de madera, los caminos por los que recorrer el lugar y se protegió los cursos de agua.
“En los últimos años hemos presenciado la destrucción de este hábitat. Se sacaron decenas de especies vegetales, se cortó la vegetación del suelo que permitía tener un grado de humedad tal que era un lugar de generación de humus permanente, no se repusieron árboles caídos, se los trozó con motosierra, en vez de dejarlos como parte del enramaje natural, se sacó toda la vegetación frente al vivero Amarilla por lo que ahora ingresan autos a La Cañada; no se repuso ninguna de las especies que, al momento de arrancarlas, dijeron que se iba a hacer”.
Los cambios tuvieron consecuencias negativas, aseguran: “el suelo ahora es seco, algo increíble, y en vez de reconocer el error y revertir la situación, COLOCARON BOLSAS DE ARENA EN LOS CURSOS DE AGUA para generar una represa E INSTALARON CAÑOS DE PLASTICO PARA REGAR!!!!” (sic).
Salazar, igual que como hicieron los vecinos en la carta, se lamentó de que “algo que la naturaleza hizo durante 150 años, y gratis, ahora lo hace una empresa, degradando el ecosistema y generando gastos al contribuyente”.
Los vecinos, mientras aguardan una reunión con la directora Molina, solicitan, entre otras medidas, “que se ponga fin, de manera inmediata, a la depredación de la flora y fauna” y que se realicen acciones “que tiendan a la recomposición del suelo, los cursos de agua y el hábitat natural”.
Además, piden que se incorpore al pliego de la licitación de mantenimiento del parque, la acreditación fehaciente de conocimientos sobre manejo de ecosistemas sensibles por parte de los postulantes.
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