La especialista en Hematología, Dra. Cecilia Guillermo, explicó la relación entre la trombosis, una enfermedad multicausual, y el Covid-19. Casi 3 de cada 10 pacientes que ingresan a CTI por el virus, tiene chances de generar trombosis por lo que esta enfermedad se tornó una de las complicaciones más frecuentes de los pacientes Covid.
Guillermo explicó que, actualmente, se sabe que contraer COVID-19 aumenta las probabilidades de desarrollar una trombosis, afección que todos los años causa 1 de cada 4 muertes a nivel mundial.
En ese sentido, resulta sumamente necesario visibilizar la enfermedad y conocer cómo puede afectar a la población en general y especialmente a pacientes con coronavirus.
La trombosis es una afección evitable, y que puede tratarse si se detecta tempranamente. En ese marco, la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH por su sigla en inglés) lleva a cabo campañas de concientización globales con el fin de divulgar sus formas de prevención, englobadas en la creación del 13 de octubre como el Día Mundial de la Trombosis.
La trombosis es la formación de un coágulo dentro de una vena (trombosis venosa) o una arteria (trombosis arterial). Este coágulo, llamado trombo, puede fijarse en el lugar donde se formó o desprenderse y viajar a ciertos órganos, como los pulmones (afección conocida como tromboembolismo pulmonar), donde reduce u obstruye por completo la circulación de la sangre.
En el caso de pacientes con COVID-19, se cree que la trombosis se da a partir de una respuesta inmunitaria desmedida del cuerpo contra el virus, que genera sustancias procoagulantes como el fibrinógeno, así como también podría ser resultado de la inmovilización de los pacientes mientras permanecen internados.
Según el estudio publicado por Dr. Erik Klok y sus colaboradores en la revista Thrombosis Research, se estipula que el 31% de los pacientes ingresados a una Unidad de Cuidados Intensivos por COVID-19 desarrollan una trombosis, siendo la mayoría de ellos pacientes críticos.
Los factores de riesgo para la trombosis son la obesidad, padecer cáncer, la trombofilia severa (la predisposición genética a padecer problemas de trombos), una intervención quirúrgica reciente, atravesar un embarazo, la ingesta de medicamentos hormonales o la fibrilación auricular (un tipo de ritmo cardíaco irregular).
Los pacientes con COVID suelen desarrollar una trombosis venosa y/o una embolia pulmonar, siendo esta última la más peligrosa, ya que obstruye el traspaso paso de sangre a los pulmones. Dada la gravedad de la afección, es necesario administrar tratamientos anticoagulantes preventivos para todos los pacientes internados por COVID-19, especialmente en Unidades de Cuidados Intensivos.
La afección puede prevenirse haciendo actividad física, bebiendo abundantes cantidades de agua, cumpliendo con una dieta saludable y evitando el sobrepeso y el tabaco.
La Dra. Guillermo recordó también que la trombosis es causa de una muerte cada cuatro en el mundo y la principal muerte prevenible en los hospitales. Cuando el paciente que desarrolló trombosis en dado de alta, debe seguir un tratamiento que se basa en el suministro de anticoagulantes.
De todas formas, Guillermo indicó que el tratamiento nunca es menor a tres meses desde que se presentó la trombosis y que el paciente debe ser evaluado en forma periódica.
ESCUCHE LA ENTREVISTA: