Alfredo Etchegaray, empresario y relacionista público, se encuentra en Nueva York. Desde allí narró para FM Gente cómo se vivió la tragedia de Times Square, una de las zonas más concurridas de la ciudad. Dijo que la gente era atropellada y lanzada por el aire como si fueran bolos. “No fue un accidente… Fue un acto premeditado”, subrayó.
Como se ha informado, el jueves un exmilitar estadounidense con antecedentes penales pero aparentemente sin motivaciones terroristas atropelló a lo largo de tres cuadras y media a una veintena de peatones en Times Square, en Nueva York, dejando una joven muerta y 22 heridos.
En contacto con FM Gente desde Nueva York, Etchegaray dijo que había pasado “un poquito antes de este episodio… Porque es un clásico y allí se venden los tiques de todos los musicales de Broadway. Es uno de los lugares donde más se concentra gente. Hay grandes carteles 'leds' que anuncian las películas. Por ejemplo, está anunciada la de (Bernard) Madoff, el rey de las estafas”.
Señaló que lo que paso “no fue un accidente porque, premeditadamente y sabiendo que lo iba a matar la policía –fue un acto suicida-, como si fueran bolos, fue atropellando grupos de personas. Y finalmente resultaron heridas 22, algunas de gravedad, y una turistas australiana de 18 años, que estaba de la mano de su hermanita de 13 y se salvó, fallecida”.
“Este personaje del Bronx, Richard Rojas, de solo 26 años, tenía antecedentes penales y por consumo de alcohol”, agregó.
“De inmediato cercaron todo el lugar… Y se llenó de periodistas. Nueva York siempre está lleno de periodistas. Este personaje salió del auto eufórico, hasta parecía alegre del horror que había cometido, y fue enseguida arrestado por la policía, con la colaboración del público”, señaló.
Manifestó que “él iba por la calle, dio una vuelta en U, se metió contramano y luego fue subiendo d diferentes veredas, en zigzag, atropellando a los transeúntes. Estamos hablando de una zona que tiene una concentración de público imponente. Y fueron desparramadas y lanzadas como si fueran bolos. La zona fue inmediatamente acordonada, por centenares de ambulancias y autos de la policía. Fue impresionante. Y generó problemas en el tránsito, además de acceso de los turistas a sus hoteles y a la gente que trabaja en la zona. Todo fue muy caótico, porque ahí convergen varias avenidas”, afirmó.
De todas formas, consideró que “la gente lo tomó con calma, salvo las personas que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar de ese horror”.