En una asamblea que se extendió por casi dos horas, los funcionarios del banco estatal decidieron por mayoría rechazar la última propuesta de reestructura presentada por el directorio de la institución, que fue calificada como "insuficiente. A mitad de año el BROU había planteado fusionar 12 dependencias del banco en Montevideo y el cierre parcial de cinco sucursales del interior, entra las que se encuentra la de Aiguá, junto con las de Solís, Colonia Miguelete, Rafael Perazza y José Pedro Varela.
Tras 50 días de negociaciones el directorio flexibilizó su postura y propuso que fueran seis las dependencias a fusionar y que en las cinco sucursales del interior se estableciera un régimen de atención durante los diez primeros días del mes, en vez de tres jornadas por semana. Sin embargo, eso no colmó las expectativas de los sectores más radicales que el sábado ganaron su primera gran batalla desde que están al frente del Consejo de Banca Oficial de AEBU, informa este lunes el diario El Observador.
La "Coordinadora para el Cambio" es un grupo integrado por cuatro listas emparentadas con la izquierda radical (319, 575, 810, 999), que fue la triunfadora en las elecciones del consejo público de AEBU a fines de abril de este año. Si bien corrientes de ultraizquierda tienen desde hace años dirigentes en la conducción del sindicato bancario en ese sector hacía más de cuatro décadas que no obtenían la mayoría de los votos para llegar a la presidencia. Esto ocurrió en el último acto eleccionario cuando la coordinadora los tuvo y colocó como presidente a Matías Arbizu, funcionario del BROU y militante del Partido de los Trabajadores (PT).
Fuentes sindicales explicaron que el rechazo a la última propuesta implica que el BROU puede retirarla y no necesariamente tenga que presentar otra fórmula para negociar. Incluso tiene la potestad de volver al planteo original de reestructura.
"Decir que sí hoy es debilitarnos", dijo uno de los primeros oradores de la tarde que acompañó su discurso con críticas hacia el presidente del banco, Jorge Polgar. "Es un muy buen técnico que dirige el banco desde un escritorio y no tiene otro interés que la rentabilidad. (...) Cuando los números no le den bien y alguien le diga algo va a decir que la culpa es de nosotros", apuntó.
Luego siguió otro asambleísta que intentó convencer a los presentes de aceptar la propuesta del banco como punto de partida para seguir "construyendo". Según dijo, con la activación de la cláusula de prevención de conflictos el sindicato logró que el directorio del BROU se "moviera de su intransigencia" y aceptara negociar para conseguir "avances".
"El banco se va a seguir reduciendo y se nos va el trabajo", dijo otro que se lamentó de la escasa participación de jóvenes en la asamblea. La baja concurrencia había sido destacada antes por otros participantes. El sindicato tiene unos 3.000 afiliados del BROU y el sábado apenas se logró reunir a 300, que era el quórum necesario para poder sesionar.
Arbizu estuvo entre los oradores. Según señaló, en los años 1990 la actual fuerza de gobierno juntó firmas en defensa de las empresas del Estado, pero hoy "lleva adelante un ajuste impuesto por organismos internacionales que tiene ligadas la privatización y el achique". Sobre las tres de la tarde se cortó la lista de oradores y pasaron a considerarse las dos mociones de resolución.
Primero se leyó la de los sectores más moderados, que fue rechazada (listas 98 y 17). De inmediato, se pasó a considerar la de las agrupaciones 575, 810 y 1955, que resultó ganadora. Entre otros puntos, se propuso la creación de una comisión de monitoreo que estudie primero la situación de las cinco dependencias que el banco quiere pasar a cierre parcial y luego de las otras 21 sucursales que ya funcionan en ese régimen de atención. En relación a las fusiones se pretende discutir relocalizaciones "caso a caso".
También se pretende que las tareas sostenidas y permanentes que hoy son realizadas por trabajadores de empresas privadas las hagan funcionarios presupuestados del banco, previo llamado a concurso. En caso que un ámbito de negociación no se instale en un plazo de 10 días se suspenderán las horas extras y todos los cursos de capacitación que se efectúan en la institución; además se convocará a una junta de delegados para definir los pasos a seguir.