Por motivos “climáticos” un simulacro que la Dirección Nacional de Control de Derrames de Contaminantes pensaba realizar en la Terminal Ancap de José Ignacio se trasladó, este martes, a la zona del arroyo El Potrero. Pensando en el derrame del buque San Jorge de 1997, el capitán Daniel Quevedo, director de Protección de Medio Ambiente de la Prefectura, afirmó que existe mejor tecnología y nuevos planes para enfrentar este tipo de siniestros.
El simulacro de este martes forma parte de los ensayos que, anualmente, debe realizar la Armada Nacional para llevar a la práctica los planes de contingencia que elaboró cada Prefectura.
Quevedo dijo a FM Gente que hubo grandes adelantos desde el recordado derrame del buque San Jorge, que hace 20 años impactó en la Isla de Lobos y costas de José Ignacio.
“¿Qué pasó hasta ahora? Mucho, porque la tecnología evolucionó. Hay otros medios para combatir. Además, los buques petroleros son más seguros y, por ejemplo, no pueden cargar hidrocarburos sin tener doble casco. Han sucedido cosas para bien en este tema”, sostuvo.
RESPONSABILIDAD PRIVADA
El capitán informó que, además, está a estudio del Parlamento un proyecto de ley para modificar el sistema nacional de contingencia de derrames de 1994. Uno de los puntos más innovadores del proyecto es la incorporación de empresas privadas que oficiarán de “paso intermedio” entre el momento en que se derrama el hidrocarburo y la actuación de la autoridad marítima.
Las empresas de respuesta ante los incidentes de contaminación deberán participar en todas las operaciones que se realicen en puertos y aguas jurisdiccionales. Cada empresa deberá estar registrada ante la Prefectura Nacional Naval y desarrollar actividades de prevención y vigilancia durante el trasbordo de hidrocarburo.
“Debe tener la capacidad de actuar en forma inmediata en caso de un incidente, aunque eso no le quita responsabilidad a la PNN”, enfatizó Quevedo.
CÁSCARA DE ARROZ
De todas maneras, advirtió que para estar preparados no sólo se trata de tomar un marco legal o referencial de otras autoridades marítimas y de la industria petrolera. “También implica capacitar a la gente y practicar”, señaló Quevedo, y de eso trata el simulacro que comenzó este martes en El Potrero.
Inicialmente el ensayo estaba previsto para la zona de la Terminal de Ancap en José Ignacio pero, según el capitán, las condiciones del mar amenazaban con abortar el plan. Por eso, esta mañana resolvieron trasladar todo el operativo a El Potrero.
Trabajarán sobre un buque que, a unas 3 millas de la costa, derrama hidrocarburo simulado, en este caso, con cáscara de arroz que aportará Ancap. La empresa estatal también entregará nuevos elementos para el combate del derrame, y participarán fuerzas de aire, mar y tierra.
No obstante, Quevedo recordó que en el mejor de los escenarios, cualquier derrame a nivel mundial sólo permite extraer del mar el 10% del hidrocarburo derramado. El resto debe ser disipado o biodegradado, remarcó.
“Creo que estamos preparados para poder actuar ante un evento de esta magnitud”, concluyó el capitán.