“La economía uruguaya: contexto y perspectivas ante un entorno más desafiante” es el título de la conferencia que ofrecerá Gabriel Oddone este viernes a las en el marco del ciclo de desayunos de la Liga de Fomento y Turismo de Punta del Este. El economista adelantó que, en la próxima temporada, seguramente “vamos a estar caros para Argentina”, aunque hay que aguardar hasta el año que viene para saber cómo quedan los precios relativos con el vecino país.
El economista dijo a FM Gente dijo que “el foco en la economía argentina va a ser uno de los puntos centrales” de su charla, por la importancia que tiene para el país y, especialmente, para Punta del Este.
AREGENTINA: SITUACION DE FRAGILIDAD
Dijo que el deterioro que se observa en Argentina desde diciembre, y en particular desde abril, “se ha pronunciado. Argentina ya tenía unos fundamentos macroeconómicos bastante débiles, con un déficit fiscal elevado, de casi 7 puntos del PBI, un déficit en cuenta corriente importaciones más que exportaciones- de 5 puntos del PBI”. Explicó que eso ponía a la economía en una situación de fragilidad “en el escenario internacional”.
Destacó que hasta 16 abril, Argentina podía ir financiando esa situación, con acceso al crédito. Pero señaló que desde hace fecha la Reserva Federal comenzó a aumentar la tasas de interés “y eso se tradujo en un fortalecimiento de dólar, a nivel global”, lo que determinó una caída en el flujo de capitales hacia los países emergentes.
“Eso pone un escenario totalmente distinto para la administración Macri”, que había basado su estrategia en el gradual ismo desde su asunción, expresó.
Agregó que eso se combinó, además, con “algunas marchas y contramarchas” de la política económica argentina. Remarcó que eso “insinúa” que el gobierno no tendría “un plan muy claro y consistente, sino que està tomando decisiones sobre la marcha, lo cual genera cierto nerviosismo”.
También apuntó que, tras los últimos acontecimientos económicos internacionales, hay mucha “liquidez” en el mercado argentino, lo que està dando lugar, en estos días, a que haya “mucha volatilidad”, en un clima de gran incertidumbre.
Oddone señaló que la depreciación de la moneda que ya se ha operado en Argentina ha “absorbido” una buena parte de la acometividad y la interesante ventana que se generó para el turismo uruguayo, que se vio reflejada en las temporadas de 2017 y 2018. “Hoy estamos con una relación de precios relativos no favorable”, destacó.
“De todas maneras, el proceso no termino. Y hay que ver en esta carrera entre la inflación y el tiempo de cambio, quién termina ganando”, añadió. Indicó que en una economía como la argentina es frecuente que la inflación se acelere en momentos de depreciación intensa, por lo que hay que ver “cómo llegamos al año que viene. Seguramente la temporada turística no va a llegar con los precios del año pasado… Vamos a estar caros para argentina, Pero hay que esperar hasta el año que viene para ver cómo vamos a estar con los precios relativos con Argentina”.
LA SITUACION EN URUGUAY
También manifestó que la situación de Uruguay es “bastante distinta”, aunque no deja de ser “compleja. Es un país pequeño, abierto al mundo, que està altamente endeudado y que està altamente expuesto a dos economías con fragilidades, como las de Argentina y Brasil”.
Estimó que va a seguir con un crecimiento moderado, en el entorno de 2% este año, “y un poquito menos el año que viene. Peor no muy lejos de eso. Salvo que la situación Argentina se vuelva muy compleja”.
Dijo que los beneficios que trajo el turismo argentino “se difuminan”. Además, el dólar se ha estado fortaleciendo en la plaza local, y eso afecta al consumo, como ya se ha visto en la venta de autos nuevos y en otros rubros, señaló. “Eso va a quietarle un poco de fuerza al crecimiento. Además hubo una sequía importante, que ha pegado en el primer semestre del año. Todo esto va a darnos un crecimiento relativamente menor”, vaticinó.
Por otra parte recordó que hay 50 mil empleos menos respecto a 2014.
Remarcó que todos estos elementos afectan a la inversión, que ha bajado su nivel hasta las cifras similares a 2008, y no permiten augurar “perspectivas muy favorables “.