Renacer nació hace 34 años en Argentina. Desde los años ’90 existe en Maldonado. Un grupo de padres cuyos hijos han fallecido se reúnen y crean lazos de sostén y esperanza. Su mensaje es positivo: sí se puede.
Jhony murió en un accidente de tránsito hace tres años. Su madre, Estela, asiste a Renacer y contó que le cambió la vida: “Como toda madre quedé destrozada. La muerte de un hijo no tiene comparación con nada, tocás fondo y pensás que ya no te puede pasar más nada. En un momento una conocida que me vio muy mal me recomendó el grupo. Fue un antes y un después”.
Beto hace dos años que perdió súbitamente a su hija Mikaela. Fue así que empezó a buscar este grupo del cual había oído hablar, cuando todavía el hecho no lo tocaba de cerca. Expresó que los encuentros son de ayuda mutua: “no es de auto ayuda. Es un dar y recibir”.
“Renacer” se reúne los segundos y cuartos lunes de cada mes en un espacio cedido por la Intendencia, en la Sala de Adicciones del Campus de Maldonado. Allí, padres y madres, se sientan en círculo y comparten lo que desean. Proponen temas específicos relacionados a la partida de sus hijos, charlan sobre cómo se van sintiendo, hacen catarsis.
“A veces hay necesidad de explayarse pero no es que en todas las reuniones ahondamos en lo que pasó. La idea no es revolver en el dolor”, explicó Beto. Y subrayó que “no es un grupo de lamentos. No quiere decir que no puedas llorar toda una reunión si querés, pero siempre vamos a focalizar la partida de un hijo desde el amor. No se entra en el morbo de qué le pasó al hijo”.
Beto expresó que también se puede permanecer en silencio. “Hay gente que ha estado yendo por dos años y nunca habló, hasta que un día se sintió cómoda para hacerlo”.
Quienes participan del grupo coinciden en que allí se experimenta una empatía más fuerte porque comparten el mismo dolor y saben lo que está sintiendo el otro. También logran un grado de identificación imposible de lograr en otro lugar.
En “Renacer” no se predican religiones ni ideologías políticas. Cada persona tiene sus creencias y sus procesos. Tienen claro que los dolores no se transitan de la misma manera ni son lineales.
REVALORIZAR LA VIDA
Más allá del dolor, coinciden en que a partir de la tragedia la mirada les cambió y hay una revalorización de la vida.
“Yo antes hacía más planes, organizaba para el futuro. Cuando partió mi hijo me cambió totalmente la cabeza y me di cuenta que sí o sí tenés que vivir el día lo mejor posible. Tenés que valorar la vida porque es lo más grande que hay. Mientras estés vivo podés solucionar los problemas. La muerte no se puede solucionar”, expresó Estela.
La madre de Jhony contó que “a un año y medio de estar yendo estoy fortalecida, con ganas de ayudar a las personas que vienen por primera vez, la mayoría sin ganas de vivir. Quiero devolverle al grupo lo que me dio cuando llegué”.
Beto expresó que se trata de transmitir esperanza: “si muchos pudimos sobrellevar la partida de un hijo, creo que todos lo podemos hacer. Por eso uno de nuestros lemas es sí se puede”.
Si querés comunicarte con Renacer, podés hacerlo a través de dos de sus integrantes:
Beto: 098 280 254
Estela:091 062 002