El 18 de julio de 1906 fue reconstruido en la Isla de Lobos ya que había sido trasladado a Punta del Este porque se temía que ahuyentara a los lobos. El 19 de julio de 2001 fue el primer faro uruguayo en ser automatizado con equipo de última generación.
Se puede divisar desde la Playa Brava de Punta del Este y tiene 66 metros de altura.
Según la información que proporciona la Armada Nacional, tiene destellos de luz cada cinco segundos y un alcance luminoso de 22,9 millas náuticas.
La torre del faro, apoyada sobre un basamento de piedra fue construida en hormigón, lo que la diferencia de los restantes faros de la costa uruguaya.
Su señal acústica para los días de niebla consistía en una sirena que funcionaba con aire comprimido y que todavía recordada por muchos habitantes y turistas que escuchaban su característica señal desde las costas de Punta del Este.