Una mujer policía, que había hecho su trabajo con las cámaras de seguridad del negocio al le habían asignado su servicio de 222 consiguió detener a dos menores que días antes habían robado una costosa bicicleta del estacionamiento. Uno de los chicos, de 17 años de edad, fue procesado y entregado a sus mayores, informó la policía.
Personal de la Seccional 10ª de policía de Punta del Este recibió un llamado de una mujer policía que estaba haciendo un servicio 222 (otorgar seguridad a establecimientos comerciales).
La mujer policía informó que acababa de detener a dos menores de 17 años cada uno, que habían sido protagonistas del robo de una bicicleta Trek del estacionamiento del comercio al que ella brindaba seguridad.
Cuando llegaron los efectivos de la décima y se hicieron cargo de los menores, la colega les dijo que días antes se había producido el robo de una costosa bicicleta del estacionamiento. Que ella se fijó y el incidente había quedado grabado en las cámaras de seguridad. Que estudió a los protagonistas, así que cuando estuvo delante de ellos, no tuvo dudas de proceder a detenerlos.
Los dos menores fueron llevados a la comisaría donde se les sometió a interrogatorio sobre el robo de la bicicleta. Uno de ellos terminó admitiendo el robo. Dijo dónde se podía encontrar la bicicleta en ese momento. La fueron a buscar junto al muchacho. La bicicleta fue recuperada y llevada también a la comisaría. El robo de la bicicleta había sido denunciado en su oportunidad.
Desde la seccional se procedió a informar a la sede del juzgado en lo Penal de 4º turno sobre todo el incidente.
La magistrado actuante, en dos audiencias en días consecutivos, se terminó pronunciando por iniciar proceso como adolescente infractor (equivalente al procesamiento en los mayores) a uno de los chicos de 17 años, como autor de un delito de hurto.
La juez ordenó que el menor no imputado fue entregado a sus mayores bajo recibo de responsabilidad, y el acusado que cumplirá como medida cautelar prisión domiciliaria nocturna (desde la puesta del sol hasta su salida al día siguiente) por un lapso de 60 días.
También ordenó que el muchacho concurra durante los próximos dos meses al centro La Estación del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay para recibir asistencia multidisciplinaria que le ayude a aclarar sus prioridades de conducta.