Se trata de L.S.R., de 32 años de edad. Fue condenada por reiterados delitos de desacato a la pena de cuatro meses de prisión.
Cumplirá la condena en un régimen de libertad vigilada, que le impone, entre otras cosas, la prohibición de acercamiento al denunciante y el uso de una tobillera electrónica. Además, durante los dos primeros meses tendrá que cumplir arresto domiciliario total.
La ahora imputada, mantenía medidas cautelares impuestas por la justicia que consistían en prohibición de acercamiento a la víctima, su expareja de 39 años de edad.
La denuncia había sido presentada el 10 de febrero pasado en la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género, por amenazas, agresión física y daños.
La agresora se negó a firmar las notificaciones, por lo que fue llevada ante la Fiscalía.