Con la mudanza de las últimas familias, la administración Antía completa el 95 % del realojo del asentamiento. Mientras tanto, avanza la recuperación de ese espacio público que está al margen del Arroyo Maldonado y que se convertirá en un parque para toda la comunidad.
Un gran operativo comenzado en esta jornada, dio paso a una nueva etapa del proceso iniciado en 2017 por la Intendencia de Maldonado.
En ese entonces se relevó a un total de 200 familias y luego, en distintas etapas, se concretó el realojo de 150 en un complejo de apartamentos especialmente construido por por el actual gobierno departamental.
Este lunes, otras 40 que optaron por el sistema de autoconstrucción asistida comenzaron a mudarse a las viviendas edificadas en un predio que adquirió la IDM sobre continuación Avenida Aiguá. El traslado se extenderá durante tres días y próximamente se prevé inaugurar oficialmente los hogares.
El director general de Vivienda, Desarrollo Barrial y Salud, Alejandro Lussich, siguió de cerca los primeros movimientos aunque reconoció que no fue una tarea fácil pero sí enriquecedora. En ese sentido, sostuvo que “entendemos que no hay soluciones generales cuando se trata de familias con distintas situaciones de vida y realidades laborales que nos obligan a tener flexibilidad y un trato particular que ha dado buenos resultados”. Es por eso que “hemos contemplados la situación de los comerciantes, los pescadores y la composición de cada familia”.
De acuerdo a lo expresado por Lussich, en 60 días se prevé culminar el 100 % de los realojos para que la Dirección General Planeamiento comience a trabajar en el gran parque público “porque esta zona tendrá un gran desarrollo y será para el disfrute de todos y no para algunos como era hasta ahora”. También destacó que lo concretado marca un camino para los futuros realojos dándole experiencia a los funcionarios y técnicos “que deberán iniciar las tareas de realojo en el barrio Kennedy”.
Esfuerzo coordinado
El director de Vivienda de la IDM, Fernando García Miranda, también estuvo presente durante el operativo que requiere de una gran coordinación por parte de todos los involucrados.
Sobre la tarea explicó que “se hace uno a uno”. Es decir, “les hacemos la mudanza, los llevamos a las viviendas nuevas y, una vez que les entregamos la llave, se da la orden para la demolición”.
Las casas cuentan con uno, dos y tres dormitorios y el proyecto se fue confeccionando según la composición de cada núcleo familiar. Se desarrollaron reuniones previas “para saber qué necesitaban y luego ellos fueron ayudado con la autoconstrucción asistida que se pudo concretar en la mayoría de los casos, aunque hubo algunas situaciones especiales”.