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“Era imposible que continuaran haciendo una tarea que requiere un alto nivel de atención”, aseguró Rodríguez este martes, luego que la Corte Electoral suspendió el ingreso de datos departamentales por el agotamiento de los funcionarios. “Se habían cumplido básicamente tres escrutinios por circuito y trabajar 28 horas de corrido no permite cumplir adecuadamente la tarea. El nivel de agotamiento que tenían impedía que pudieran continuar trabajando”, sostuvo.

Este martes se realizará el estudio de los votos observados (si se hicieron correctamente o deben ser descartados) y se cargará la información de los votos del deliberativo departamental. Mañana miércoles comenzará el escrutinio secundario que realiza la Junta Electoral.

“Al suspender el cargado de datos, quedó sin aportar al sistema el resultado del deliberativo departamental, que es lo que generó bastante inquietud. A nivel local, además de confirmar lo que son las tendencias o los pronósticos, la gente quiere saber cómo votó su sector dentro de cada lema”, reconoció.

Rodríguez estimó que, en virtud de la cantidad de votantes, con jornadas de 12 horas de trabajo la Corte Electoral dará el resultado final del escrutinio el próximo fin de semana.

FALLAS DE TODO TIPO

Rodríguez admitió que la información departamental “puede tener errores porque no todas las mesas cerraron adecuadamente”. Dijo que en algunos circuitos los funcionarios confundieron votos y “la mesa cierra, por ejemplo, con más votos que votantes” o pudieron anularse votos de forma “inadecuada”. Este tipo de errores, sin embargo, puede ser subsanado con el escrutinio secundario, tranquilizó.

Las fallas en el sistema informático impidieron a la Corte Electoral dar un resultado oficial en el tiempo programado. Existen aspectos técnicos a mejorar con las impresoras y con el sistema de vertido de datos, que se “colgaban” y no permitían avanzar.
Pero también hay que mejorar, según Rodríguez, en la capacitación de los funcionarios. Los prepararon para manejar el aspecto informático pero no los instruyeron en el aspecto electoral, para que puedan interpretar los votos que escrutan.

“El funcionario de la comisión receptora tiene que saber manejar el sistema, pero es tan importante o más que sepa interpretar el voto que está escrutando. En el escrutinio no se cuentan hojas de votación, se interpreta el voto del elector”, explicó.

Se supone que el sistema informatizado debía ser una herramienta para agilizar el trabajo, pero si no se enseña a los funcionarios en materia de votación “el sistema no puede reflejar adecuadamente lo que la gente votó”.

Otro aspecto no menor, pensando en las elecciones nacionales de octubre, es que las urnas naranjas destinadas al sistema informatizado aceptan poco más de cien sobres. Cada circuito tiene entre 300 y 400 votantes, por lo cual habrá que adjudicarles dos urnas o aumentarlos su cantidad.

“El sistema informatizado fue mucho más lento que el manual”, admitió la jerarca de la Junta Electoral, quien no se opone a la inclusión de tecnología pero reclama que se verifique su funcionamiento antes de aplicarlo. “Si no seguiríamos con el trabajo manual que tiene la confianza que todos le tenemos”, enfatizó.

(foto: sistema informatizado / por M.P.Arévalo)

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