Cada trece de octubre desde 1972 se recuerda como se estrellò un aviòn uruguayo en la Cordillera de los Andes, que llevaba 45 pasajeros a Chile, de los cuales muchos no sobrepasaban los 20 años.
Los sobrevivientes tuvieron que soportar, entre otras cosas, hambre y temperaturas de treinta grados bajo cero.
Desesperados ante la ausencia de alimentos y agotada su resistencia física, se vieron obligados a alimentarse de sus compañeros muertos. Finalmente, hartos de las bajísimas temperaturas, los amenazadores aludes y la lenta espera del rescate, Parrado y Canessa deciden cruzar las montañas para así llegar a Chile. De esta manera el 22 de diciembre de 1972, después de estar durante 72 días aislados, el mundo se entera que hubo 16 sobrevivientes. P.R.