La organización brindó datos sobre la especie que está distribuida en todo el territorio nacional.
A través de sus redes sociales, desde Alternatus explicaron que las tortugas venenosas no existen, y que el mito entorno al morrocoyo surge debido a que es una especie que “mordiscea” animales muertos o algunos caballos, que después pueden mostrar incidentes.
En ese sentido, señalaron que es una “una de las cinco especies dulce acuícolas del Uruguay”, así como “la única que guarda la cabeza hacia atrás”.
“Hay mucha gente que cree que el morrocoyo guarda el cuello de costado, interpretando que es la tortuga cuello de víbora. Con el cuello largo, se puede confundir con la víbora venenosa”, señalaron.