El diputado nacionalista Pablo Abdala dijo a FM Gente que la corrupción “seguramente” tuvo ramificaciones en nuestro país. También adelantó que este viernes los blancos van a realizar una evaluación del trabajo de investigadora sobre la regasificadora, aunque la tarea aún no ha terminado. Adelantó que todavía no se ha podido probar si el gobierno de la época actuó con impericia o con dolo, en este proyecto que le generó pérdidas al Estado por unos 100 millones de dólares.
Tras el pedido de prisión para el presidente Lula, el legislador dijo que los hechos de corrupción durante el gobierno del PT que se están ventilando en Brasil tienen impacto por “las ramificación que pudo haber tenido, y seguramente tuvo, en nuestro país”.
“Está claro que el presidente Lula, esto lo ha confirmado la justicia brasileña, tuvo relaciones cercanas, estrechas, con el Sr. Leo Pinheiro, el preside de OAS, que está preso hace tiempo… Y en ese contexto se inscriben algunos viajes que él hizo al Uruguay, organizados por la empresa OAS”, señaló.
Dijo que, además de lo ya confirmado por la justicia brasileña, “el presidente de la Cámara de la Construcción (Ignacio Otegui) nos relató (en la Comisión Investigadora) un desayuno de trabajo que realizó OAS en Uruguay, al cual concurrió Lula, traído por OAS en el avión de la propia empresa”.
Agregó que en este caso se trató de una reunión “reservada” que se cumplió en 2013, que tuvo como fin que Lula “apadrinara” ante el empresariado uruguayo a OAS cuando la empresa estaba a punto de hacerse cargo de la interconexión del gasoducto y de la construcción de la planta regasificadora.
“Pero más allá de eso, está claro que hay una denuncia en la justicia brasileña que conduce al gobierno de Dilma (Rousseff) y a Lula y que tiene como protagonista al gobernador de Minas Gerais, que habría cobrado, supuestamente, un soborno de OAS para hacer gestiones ante el gobierno de (José) Mujica a los efectos de obtener la planta regasificadora. Y eso lo estamos indagando en la Comisión Investigadora”, destacó.
Apuntó que “hay un cuadro muy complejo de relaciones entre OAS, Lula “y un eventual tráfico de influencias que puede o podría llegar a involucrar al gobierno uruguayo de la época”.
Informó que este viernes el Partido Nacional va a hacer una evaluación de los cuatro meses de gestión de la investigadora sobre la regasificadora, aunque el trabajo no ha concluido. “Pero puedo adelantar desde ya que vamos comprobado que fue un proceso dañoso, que implicó la pérdida de muchísimos millones de dólares, a partir de una acción especulativa y de una acción incumplidora, por decir lo menos, de las empresas que vinieron, tanto de OAS como de GNLS, que también es brasileña… Es jurídicamente uruguaya, pero constituida por Gaz France Suez de Brasil, que fue la que vino; no vino la casa matriz. Esas empresas vinieron a especular, a hacer un negocio turbo, Y se sirvieron de la buena fe de los uruguayos. No sé si el gobierno en este caso actuó con impericia o con dolo. Eso es algo que no hemos podido probar todavía”, precisó.
Señaló que para el Estado este proyecto supuso una pérdida de unos 100 millones de dólares.