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LIBERTAD!!! El 23 de enero de 2019 será considerado un día clave en la historia política venezolana. Ante una multitud de seguidores en Caracas, el jefe del Parlamento Juan Guaidó se autoproclamó presidente del país y fue reconocido por la mayoría de los mandatarios de la región, incluido Estados Unidos. Sin embargo, Nicolás Maduro aseguró que "no se rinde" y acusó a Washington de orquestar un golpe de Estado contra su Gobierno. Asimismo rompió relaciones diplomáticos con EE.UU y les dio 72 horas para que lois funcionarios dejaran el país. Además hubo multitudinarias marchas y se registraban al cierre de la información 13 muertos en Venezuela.

La situación parece no calmarse ni mucho menos llegar a una pronta solución tras una jornada caótica en las calles del país caribeño, en las que murieron al menos 13 personas durante las manifestaciones chavistas y antichavistas.

Muchas de las muertes fueron causa de heridas con arma de fuego, y se registraron en Caracas y los estados Táchira, Barinas, Portuguesa, Amazonas y Bolívar, estado fronterizo con Brasil donde ocurrieron saqueos.

Por su parte, la gobernadora del Táchira, Laidy Gómez, indicó a través de la red social Twitter que cinco personas recibieron disparos, y dos de ellas fallecieron tras presentar "heridas a nivel de tórax y de región axilar".

Los hechos violentos de Táchira (oeste, limítrofe con Colombia) se registraron hoy en medio de una protesta antigubernamental en su capital, San Cristóbal, que había sido convocada por la oposición para señalar la "ilegitimidad" del jefe de Maduro.

Cientos de miles de venezolanos salieron hoy a las calles en todo el país para protestar contra el jefe del Estado, al que consideran un "usurpador" tras haber obtenido su reelección en unos comicios tildados de fraudulentos y no reconocidos por numerosos países.

Tras reconocer a Guaidó como "presidente interino", Trump dio una fuerte conferencia de prensa en la que no descartó la posibilidad de una intervención militar en el país sudamericano. No obstante, para el analista, esta no es un alternativa viable: "Los asesores del presidente estadounidense lograron convencerlo de que es una mala idea. El mandatario sabe que la transición sería caótica y que la capacidad para mantener un Estado sería limitada".

En ese sentido, consideró que "Estados Unidos podría también presionar con las remesas". Pero, de todas formas, esa estrategia le genera dudas. "Dudo mucho que la Casa Blanca quiera avanzar por este camino, porque esto es lo único que mantiene en pie la economía venezolana y sería un castigo más sentido por la población que para el liderazgo", estimó. (Agencias)

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