EL BERRINCHE DE SUAREZ...Todo el mundo sabía que Luis Suárez se moría por estar en la cancha. El mal resultado, que mataba el sueño de Uruguay de quedarse con la Copa América Centenario, no hacía más que multiplicar su impotencia y su deseo de colaborar.
De hecho, el “Pistolero” no pudo con su naturaleza, e hizo evidente su malestar poco después que el cuerpo técnico llamara a Mathías Corujo para ingresar (fue el último cambio realizado por el director técnico). Luego de calentar junto a sus compañeros al costado de la cancha, tenía la esperanza de sumar minutos, lo que finalmente no sucedería.
Al notar que no tendría acción, fue a reclamarle a quienes toman las decisiones (las cámaras televisivas mostraron claramente sus pantomimas a los entrenadores), y hasta se lo vio golpear el banco de suplentes (aunque no lo integró), para evaporar un poco de su bronca.
Pese al comprensible y lógico malestar del salteño, Tabárez ponderó su bienestar físico sobre la necesidad del equipo.(La República)