El asesor de Tránsito y Transporte del municipio de Maldonado, Máximo Oleaurre, habló este lunes en FM Gente de la reestructura en los servicios de transporte colectivo y de los cometidos del cuerpo inspectivo a la hora de fiscalizar el cumplimiento de las normas de tránsito. Entre otras cosas, dijo que las empresas mejoraron su flota pero admitió que se mantiene la misma cantidad de unidades para un incremento de pasajeros que ronda el 60%.
Alexis Cadimar (AC) ¿Cuándo llegará la anunciada reestructura del transporte? Porque los cambios parecen no ser suficientes para los usuarios.
Máximo Oleaurre (MO) - La reestructura del transporte es un tema complejo, que nosotros algunas cosas hemos reestructurado y algunas cosas se cambiaron. Hay reestructura de las líneas, de las flotas, de los servicios que cumple cada empresa. Efectivamente, tenemos varios aspectos. La preocupación primera que tuvimos fue la renovación de la flota que tenía características muy particulares en Maldonado, que a nuestro entender en el 2005 no estaban de acuerdo a lo que se necesitaba en una zona turística.
Lo planteamos a las empresas, como necesidad de hacer un gran esfuerzo de renovación. Fue un período de búsqueda de soluciones, había muchas dificultades, finalmente se resolvió. Hoy tenemos que de los 103 vehículos que circulaban en 2005 –que siguen siendo los que circulan hoy- se renovaron 51. Hubo 32 unidades 0 km y 18 unidades más nuevas que las que dejaron de circular.
Eso es lo que se ha podido hacer hasta ahora. No alcanza con eso, porque cuando empezamos hicimos una evaluación en 2006, de que había 62 ómnibus que no estaban en condiciones de circular y había que renovarlos. En 2009, es probable que esa diferencia de 11 unidades que quedaron sin renovar sea mayor porque han pasado tres años más. En esta etapa hicimos el mayor esfuerzo que se podía cumplir, incluso mayor que el propuesto porque, pensando en las obligaciones financieras para las empresas, era de 36 ómnibus 0 km. Y estamos en 51 unidades.
De alguna forma, eso significó que la etapa de funcionamiento y de crecimiento del sistema de transporte la aprovechamos con una dedicación muy especial. Falta renovar unidades pero esto es lo que se puede pagar, sin que la tarifa se vea afectada. Hay que mantener un equilibrio entre lo que hay que hacer, lo que cuesta el boleto, lo que las empresas se pueden endeudar y lo que los bancos dan. Dentro de lo que se ha podido hacer, las empresas hicieron el máximo esfuerzo y es algo que los usuarios han podido apreciar.
En cuanto a la reestructura de líneas, tenemos un sistema que se fue generando hace muchos años con un Maldonado que tenía menos habitantes que los que tiene hoy, que tenía las actividades económicas –construcción, comercios, etcétera- distribuidas de determinada manera. Hoy tenemos un Maldonado que ha crecido en los barrios periférico, que ha crecido en actividades y que tiene una necesidad que ya no coincide con la estructura de las líneas de hace muchos años. Se han hecho algunas cosas: cuando ingresamos en 2005 en Maldonado había 23 líneas departamentales, hoy tenemos 29. Y alguna que funciona en verano exclusivamente. O sea que algún acomodo de líneas a las necesidades de la población hemos establecido. Hay nuevas líneas locales, se cambiaron e incrementaron los recorridos en Maldonado. Pero todo eso no ha resultado suficiente. Además, una de las cosas que nos propusimos fue incrementar el uso del transporte público: de ahí fue la política de tarifas, la renovación de flotas, la organización de líneas, los horarios, la incorporación de tecnología. Hoy podemos decir que fue una política exitosa: creció. En 2005 teníamos 7.600.000 boletos en todo el sistema de transporte; en 2008 vendimos 11.500.000 boletos. En lo que va de 2009, tenemos un 10% de crecimiento respecto al 2008. Quiere decir que habrá cerca de unos 13 millones de boletos vendidos en 2009. Esto significa que con los mismos ómnibus y con algunas líneas más estamos transportando prácticamente un 60% o 70% más de pasajeros. Entonces, eso está planteado en las dificultades que tenemos entre Pan de Azúcar y Maldonado, en muchos horarios entre San Carlos – Maldonado – Punta del Este, en algunas zonas del este (balneario Buenos Aires, Faro de José Ignacio) y son el fruto del crecimiento, de eso que nos propusimos inicialmente. Que la gente usara más el ómnibus con dos objetivos: porque el uso del transporte público es más barato y porque baja la cantidad de vehículos en las calles.
Ya estamos conversando con las empresas sobre la necesidad de aumentar los números absolutos de la flota. No sólo para aligerar los problemas que hoy tenemos y que en algunos horarios son serios porque los ómnibus viajan llenos y la gente va incómoda y hay que cumplir horarios.
AC – Justamente, la gente llama quejándose de los horarios, de las frecuencias, de la capacidad, de la atención por parte de los choferes, que algunos manejan con celulares en la mano. Hay diversos temas que plantea la audiencia…
MO – La capacidad de los 103 ómnibus que tenemos en el departamento, si no está colmada está muy cerca de estarlo. Por eso uno de los objetivos que tenemos que plantearnos es el aumento de la capacidad en el sistema de transporte público. Eso es muy fácil decirlo pero no es sencillo resolverlo: implica salir a comprar un ómnibus que cuesta unos US$ 100 mil y hay que financiarlo. Implica tener acceso a crédito, tener garantías, etcétera. Las empresas ya están en ese ciclo financiero porque ya renovaron, por lo tanto no tienen una disponibilidad total en sus recursos. Están pagando créditos y algunas están pagando operaciones financieras que hicieron antes de 2005. No digo que esto sea una excusa, hay que encontrarle la vuelta. Además, la época electoral generó incertidumbre en las empresas, respecto a si se mantendrían o no los subsidios al gasoil, por ejemplo. Lo mismo sucede a nivel departamental: no sabemos qué políticas se aplicarán a partir de mayo de 2010, dependerá de quien sea el próximo intendente. Por eso, hay que seguir imaginándose cuáles son las posibilidades.
AC - ¿Cuáles son las reestructuras para la temporada y cuáles son las políticas que instrumenta la Intendencia en esta materia?
MO – Las de la temporada son algunos cambios de recorrido que se producen en Punta del Este, algo en José Ignacio y algo en Piriápolis. Pero la reestructura más importante es que se refuerzan los servicios. Se mantienen los horarios del invierno y se agregan ómnibus a cada servicio, particularmente en las horas pico. Tratamos de complementar horarios y líneas, de que no se superpongan las líneas. Lo que es necesario en estos momentos es reforzar horarios y capacidad de traslado de cada línea en cada horario.
AC – Con respecto a los controles del transporte, sobre todo en el cumplimiento de horarios, ¿la intendencia tiene personal inspectivo para realizar esta tarea?
MO – Tenemos las dos cosas: personal inspectivo y GPS que marca permanentemente dónde está el ómnibus. Desde que se incorporó esta tecnología las empresas tienen un mejor control de las unidades, tanto por los tiempos como por los recorridos. Alcanza con apretar un botón en la máquina para saber dónde estaba el ómnibus a tal hora o si hubo un desvío en el recorrido. Sabemos de eso y tenemos personal que es el encargado de constatar los horarios rutina y a veces cuando tenemos denuncias o reclamos se hacen constataciones específicas. Pero la constatación de rutinas, que se hace en 10 o 12 puntos de Maldonado y Punta del Este, se mantiene durante todo el año.
AC - ¿Está permitido usar vidrios polarizados en vehículos comunes o taxímetros? Pregunta la audiencia.
MO – Eso no está regulado. Ninguna norma lo establece. En algunos departamentos sí se puede utilizar polarizados pero hasta determinado nivel de oscuridad. El tema del vidrio polarizado tiene dos problemas: primero, el conductor tiene una mala visión, sobre todo de noche; segundo, cuando dos conductores se encuentran en una situación conflictiva uno interpreta qué es lo que hará el otro mirándole la cara, cuando hay un vidrio polarizado usted no le ve la cara al otro y no sabe qué es lo que va a hacer. Ahí hay un problema de comunicación visual que genera muchos problemas.
AC – Sobre patentes, fiscalización en el transito. Algunos oyentes dicen que es muy duro con el estacionamiento y no tanto con las motos que producen ruidos molestos con caños de escape libre.
MO – Estamos aplicando las multas en los distintos tipos de infracción. El tema del estacionamiento es que entorpece la circulación y los autos mal estacionados no dejan pasar otro vehículo. Particularmente en 18 de julio, frente a la plaza de Maldonado, hicimos una medición milimétrica y autorizamos el estacionamiento hasta el último centímetro donde puede pasar otro auto. No es que seamos gente mala, queremos que la calle siga siendo para circular. En cuanto otro tipo de controles… hoy debo haber firmado de mañana unas 150 boletas de multa, de las cuales por lo menos 50 eran de gente que manejaba sin tener licencia de conducir. Las de estacionamiento, no eran más de 20. Algunos de los conductores que manejaban sin libreta de conducir iban, incluso, con niveles de alcohol superiores a lo permitido. Estamos controlando. Motos sin casco, cinturones… tenemos muchísimas infracciones por hablar por teléfono celular. El teléfono distrae siempre, aún cuando no lo atienda escucharlo sonar genera nerviosismo. El otro día, frente a la IMM, venía un joven en una moto con el manillar suelto y mandando un mensaje por celular a dos manos. No lo detuve, pero me quedé pensando que en cualquier esquina se va a encontrar un imprevisto y va a provocar una tragedia para él y para otros, por el teléfono celular. Tengo la convicción de que las llamadas o los mensajes no tienen una urgencia que justifique la pérdida de la vida propia o ajena.
AC – Respecto a las matrículas viejas de otros departamentos, que circulan en Maldonado, ¿qué se está haciendo?
MO – Recientemente se aprobó una ley sobre esto, donde establece un mecanismo para que las matrículas se relacionen con la residencia de la persona o con su principal actividad económica. Como es ley, estamos obligados a darle cumplimiento. Todavía faltan elementos de reglamentación. Los vehículos tienen que estar correctamente matriculados, porque las matrículas viejas no están registradas y si son de otro departamento no cumplen con ninguna de las reglas: no pagan patente y no hay como cobrar multas porque la matrícula es de otro departamento.
AC - ¿Qué se hace en esos casos?
MO – En esos casos mandamos a la intendencia de origen las multas, las sanciones y las suspensiones de las licencias de conducir y allí queda a la voluntad de cada municipio, no tenemos una actitud pareja de su parte. Cumplimos constatando la infracción y haciendo las comunicaciones necesarias. Después no tenemos un seguimiento de cómo eso sigue adelante. La ley esta trata de regularizar las situaciones entre la patente y la residencia y la actividad económica, sino también regularizar esa enorme cantidad de vehículos que circulan con matrículas viejas que ya no existen.
AC - ¿Eso se va a fiscalizar, entonces?
MO – Sí. En algún momento se va a fiscalizar. Esta semana empezaremos a hacer notificaciones a los vehículos que tengan matrículas de otros departamentos y cuando se termine de reglamentar esta ley habrá que fiscalizarlo. Dentro de este paquete están todas las matrículas, que comenzarán a fiscalizarse. En el caso de las viejas matrículas, por lo menos procederemos a la incautación de las chapas para que no puedan circular. Es una medida de presión, para que regularicen su situación.