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Julio Macedo habló entre otros, del caso del niño Mateo Santiago Reisch, fallecido el pasado 10 de junio en su domicilio del barrio Perlita, luego de haber sido atendido en el hospital de Maldonado.

El forense reconoció que hay una divulgación que caratuló de positiva respecto a los temas médicos, médicos-forenses, judiciales y policiales, “pero ojo con la vulgarización de estos temas, y ojo con los reclamos de justicia de acuerdo a lo que nosotros nos parezca”.

Recordó que en Uruguay hay una legislación muy confiable a pesar de las carencias técnicas que puedan existir, y que la medicina forense es independiente y depende de un organismo técnico como es el Instituto Técnico Forense. “Debemos tener respeto a esas instituciones, respeto a los técnicos y respeto a las normas del debido proceso”, las que no solo exigen cierto comportamiento de la justicia, sino que en forma mediática “no se esté enchastrando gente, no se estén discutiendo cosas que se saben por trascendidos, que son conversaciones para tomar mate dulce con biscochos, y que podemos discutir pero que hay que ser muy cuidadosos. Sobre todo cuando se está involucrando gente, cuando hay una vida de por medio, lamentable hecho de una muerte de un niño de corta edad”.



LOS TIPOS DE MUERTE

El doctor Macedo asimismo, explicó cual es la diferencia de las carátulas de las muertes y las polémicas que suele generar la definición de “muerte natural” o “muerte violenta”.

“Son las dos grandes clasificaciones que el médico forense debe hacer en la causa médico-legal de la muerte que está investigando”.

Aclaró que en los casos de muerte violenta se dan 3 situaciones: el homicidio (cuando una o más personas matan a otra); el suicidio, (cuando por medios violentos alguien se quita la vida); y el accidente (cuando por razones fortuitas o de fuerza mayor se produce una violencia externa).

“Quiere decir que lo que no sea homicidio, suicidio o accidente, se enmarca en lo que desde el punto de vista médico-legal es una muerte natural”, aunque hay variables que técnicamente se especifican, como infarto agudo de miocardio a consecuencia de múltiples enfermedades, por ejemplo. “Por lo tanto seamos respetuosos de las cosas, no nos subamos a cualquier bandera”, agregó, al tiempo de reconocer que se pueden producir errores por lo cual se ordena en algunos casos una segunda autopsia.



EL CASO MATEO SANTIAGO

En torno al fallecimiento de Mateo Santiago Reisch que terminó en una denuncia penal por parte de la familia, el doctor Julio Macedo, dijo que no haría precisiones por la situación de presumario en que se encuentra el caso, aunque reveló otros aspectos.

“Lo que si voy a decir en forma categórica es que los médicos actuantes llegamos a una causa de muerte clara. No hay ninguna contradicción, y yo tengo la documentación oficial y la parte formal de la cosa, entre la causa de muerte que nosotros señalamos y el informe del cardiólogo especialista que tiempo atrás creo, había estado atendiendo al niño”, aclaró el profesional. Consideró que otras opiniones han sacado de contexto determinadas cosas “y nos hacen suponer errores”. Afirmó además que “no hay violencia en la pericia hecha al niño; y tercera cosa, no hay enfermedad abdominal, concretamente no tenía una oclusión intestinal de tipo alguno; tampoco se encuentra un problema urinario”.

Finalmente pidió que se reflexione antes de opinar, “porque si hay un trabajo ingrato, es el trabajo del médico. Yo se que habemos muchos médicos que podemos ser soberbios, arrogantes, pero tengamos piedad por la persona que hay atrás de la túnica o atrás del médico, porque exigimos resultados y la medicina no puede asegurar resultados, puede asegurar medios; que yo voy a hacer todo lo humanamente posible por salvar esa vida, y salvo situaciones muy concretas y muy dramáticas, pocas veces vamos a encontrar que un médico busca deliberadamente el daño a su enfermo”.

Redactado: R.A.