Al menos siete fiestas electrónicas planeadas para este verano en Punta del Este ya se están comercializando en Buenos Aires, pese a que no cuentan con la autorización correspondiente. El prefecto de puerto, capitán de navío Marcelo Danatro, dijo a FM Gente que se pretende identificar a los organizadores de estas fiestas, pero hasta el momento, no se conoce ni siquiera los lugares donde se realizarán. También manifestó que se detuvieron transitoriamente las obras de preparación de una fiesta que se va a realizar en el balneario Buenos Aires.
Danatro informó que se está trabajando en conjunto con reparticiones de la Intendencia y la DINAMA (Dirección Nacional de Medio Ambiente) y se tomó la decisión de parar las obras en el balneario Buenos Aires, donde se iba a realizar la fiesta de la cerveza Corona.
FALTAN LOS PAPELES
“Se había detectado que, con el apuro, la prisa de poder llegar a construir las instalaciones para la fiesta, se habían adelantado al ingreso de determinadas máquinas a las áreas donde todavía no existía la autorización final”, explicó.
“Entonces fue detenida la construcción hasta que llegue la autorización. Si bien está hablado, no tenemos los papeles que avalen la construcción para la fiesta”, indicó.
Indicó que la autorización final se conseguiría “entre hoy y mañana” y entonces se podrá terminar la construcción.
FIESTAS ELECTRONICAS
“Lo que se ha detectado es que se están promocionando fiestas electrónicas acá, al haberse prohibido en Buenos Aires… Se trasladan a Punta del Este. Se tuvo reuniones con Higiene de la IDM. Los abogados plantearon el problema a jueces y fiscales, a ver qué solución tomar”, señaló Danatro.
“Se están haciendo las ventas de las entradas, pero no se dice hasta último momento la ubicación y las autoridades nos enteramos cuando la fiesta está avanzada. Y es muy difícil tomar medidas en ese momento. Son fiestas con mucha gente, como con mil personas, por decir algo, y no se puede desarmar después que comenzó”, subrayó.
El año pasado hubo algunas que reunieron más de tres mil personas, pese a que la entrada es cara, como forma de “filtrar” la asistencia. Se supo que las que se promocionan ahora tienen un costo de al menos 100 dólares por persona.
INTIMARÁN A PROPIETARIOS E INQUILINOS
Indicó que lo que se maneja es detectar rápidamente “cuáles son las chacras, locales, casas donde se van a hacer, para poder llegar al inquilino o al propietario e intimarlo a que no puede hacer la fiesta. Y si la hace, caería en el delito de desacato por haberlo permitido habiendo sido notificado que no podía”.
Manifestó que “algunas están pedidas en la Intendencia. Pero hay otras que no”.
Se recordó que la muerte de cinco jóvenes en una fiesta electrónica realizada meses atrás en Costa Salguero, en Buenos Aires, motivó la suspensión por tiempo indefinido de este tipo de actividades en la capital porteña.