Una mujer de 29 años de edad, y un hombre de 32 años, ambos sin antecedentes delictivos, fueron procesados bajo la acusación de haber violado un domicilio, haber causado lesiones a su morador, y proferido amenazas. La paliza se la iban a dar a un vecino que no estaba en su casa, informó la policía.
La mujer ahora procesada, identificada como N.R.L. (iniciales de nombre y apellidos), de 29 años, carente de antecedentes, llegó el pasado sábado 26 de noviembre a la puerta de una vivienda ubicada sobre la calle Maurente de San Carlos.
Golpeó a la puerta, esperó, insistió, y cuando advirtió que le abrirían comenzó a gritar exigiendo la presencia ante ella de alguien que se supone debía estar en el interior de la casa en ese momento.
Fue tal el escándalo que levantó N.R.L., que un vecino de la casa a la que llamaba salió para pedirle que se marchara, porque estaba molestando a otras personas que nada tenían que ver con sus problemas.
La mujer lejos de entrar en razón sobre el desorden que estaba causando, llamó a su pareja, identificado como P.M.M., de 32 años, también carente de antecedentes delictivos.
Cuando P.M.M. llegó junto a N.R.L., entre ambos comenzaron a agredir verbalmente, primero, y a los golpes después, al vecino que pedía seguir pasando el sábado en paz. La información policial señala que durante la reyerta fue exhibida un arma blanca por parte de la pareja que causó el alboroto, pero no apunta que la hubieran usado.
Otro vecino que escuchó el escándalo llamó a la Seccional 2ª de policía de San Carlos, y avisó lo que estaba pasando. Los policías procedieron a realizar “averiguaciones e indagatorias del caso”, pero la información policial no aclara si concurrieron al lugar para detener el desorden.
Finalmente procedieron con la detención de la pareja causante del incidente. Conducidos los detenidos a la comisaría, fueron puestos a disposición de la sede de Penal 1er. turno de San Carlos.
La juez a cargo del despacho decidió finalmente procesar a N.R.L. como autora de un delito de violación de domicilio agravado, un delito de lesiones personales, y dos delitos de amenazas en régimen de reiteración real.
También procesó a P.M.M. al que acusó de haber incurrido en un delito de lesiones en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de violación de domicilio agravado.
Pese a la gravedad de las acciones tipificadas a los acusados, la juez hizo prevalecer la condición de primarios de ambos, y les evitó ir a cumplir con prisión preventiva en Las Rosas. En cambio les aplicó como medida sustitutiva la prohibición de acercarse o relacionarse de cualquier forma con los denunciantes, y la obligación de concurrir a la comisaría de su barrio dos días por semana, donde deberán quedar bajo arresto por dos horas cada día, durante los próximos 60 días.