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“Nosotros venimos de un año de mucho trabajo y con ganas de vacacionar. Y los chicos vienen con mucha ansiedad a hacer programas. Su día no existe… Más que nada es la noche”, señaló.

“Y en la noche han tenido una serie de inconvenientes. Y no son hechos aislados, sino todos los días, desde el 23, que estamos nosotros. Salen cada noche y les pasa algo en el muelle, cuando se bajan de la combi en La Barra… Los padres estamos un poco asustados y no sabemos qué hacer. Les decimos que no salgan más y ellos presionan”, agregó.

“Y pasó el incidente ese del otro día… Pero lo más importante que rescato es que se haga algo para que no cueste una vida de una adolescente”, agregó.

Marcelo dijo que en la madrugada del domingo “ellos estaban en un fogón en la playa de Papa Charlie. Planeaban pasarse toda la noche ahí”. Destacó que, entre los jóvenes, estaba su hija, de 14 años, quien fue con “la peor ropa y las peores sandalias”, y ni siquiera quiso llevar el celular, por miedo a que se lo fueran a robar, pues todas las noches tienen problemas.

“Todas las noches llegan a casa con un cuento de lo que pasó. Y van al fogón con la psicosis de que les puede pasar algo”, afirmó.

“Estaban ahí y de repente ven que todo el mundo corre para todos lados. Pensaron que eran los ‘motochorros’ que venían a buscar sus pertenencias. No se dieron cuenta que era la Prefectura -para ellos era Policía- y corrieron. Cuando vuelven, algunas pertenencias no estaban. Y otras estaban quemadas. Por ejemplo, las sandalias de mi hija estaban en el fuego y sólo quedaba un pedacito”, narró. “Las amigas le dijeron que los efectivos de la Prefectura, con una actitud de rabia, tiraron las sandalias y unas sillas de playa al fuego”, agregó.

Indicó que, cuando su hija llegó y contó lo sucedido, se vinculó con otros padres para tratar de “hacer algo. Y decidimos ir a hacer la denuncia”.

Dijo que los atendieron correctamente, pero se quedó con la sensación “de que no estaban viendo lo que yo quería que vieran… Me daban a entender que los mismos chicos habían quemado las sandalias y las sillas. Pero yo quería que ellos repasaran el procedimiento. Me quedé con la sensación de que no me estaba escuchando”. Explicó que también hizo una carta al Prefecto, solicitando que se repasara el procedimiento, porque “se había actuado mal”. Aclaró que la intención es colaborar “y evitar que pase una desgracia”.

“Me llamaron al otro día y me dijeron que está a estudio el procedimiento, que van a investigar y que me van a volver a llamar”, afirmó.

“Desde ahora, decidimos que los chicos no salgan… Que se reúnan en casas”, manifestó.