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El barco zarpó hacia Angola desde San Lorenzo - provincia de Santa Fe, Argentina - cargado con 31.000 toneladas de maíz. Cuando inició la navegación hacia el Río de la Plata, en la zona del puerto de Ramallo, el buque perdió la pala del timón, el elemento que permite que los barcos puedan girar.

A raíz de esa situación, convocaron a un grupo de rescatistas expertos, liderados por el argentino Alejandro Kalfyan, para localizar la pala del timón.

“La encontramos, muy hundida, porque ahí no hay arena, hay barro, y todo se hunde”, puntualizó Kalfyan en una entrevista con la Primera Página de la Revista de FM GENTE.

“Luego de muchos estudios y actores intervinientes, se decide trasladar el buque desde Ramallo hasta la zona delta, al sur de Piriápolis, con la intención de trasladarlo a aguas abiertas que son aguas mucho más claras”, señaló Kalfyan, para analizar cómo subsanar la situación.

Para realizar esta maniobra fue necesario contratar a cuatro potentes remolcadores - que cuestan alrededor de 200.000 dólares por día. El buque, además de tener un peso de 30.000 toneladas, lleva un cargamento de 24.000 toneladas.

“Al estar sin timón es completamente ingobernable y es una maniobra delicada”, advirtió, y puntualizó que se está desplazando a 10 kilómetros por hora, “un buque a tan poca velocidad se hace más ingobernable”.

Antes de comenzar la maniobra se le alivianó la carga y se logró reducir “de 31.000 a 24.000 toneladas”.

El capitán señaló que “el mundo entero está mirando esta maniobra con mucho detenimiento” y que “nos está poniendo a prueba a todos”.

Aseguró que la operación no tiene precedentes: “Es la primera vez que se hace algo de esta magnitud en el Río de la Plata”.

Kalfyan indicó que la operación es delicada: “Está en riesgo no solo el buque sino también el medio ambiente”, y añadió que puede existir peligro de derrame de hidrocarburo.