La Ministra del Interior, Daisy Tourné, en el acto del 177 Aniversario de la Jura de la Constitución Een Montevideo, valoró el acto fundante de la primera norma escrita que nos contiene a todos y llamó a revivir la conciencia de cómo se construye patria, emergiendo de lo diverso y atravesando obstáculos para construir en consenso el Uruguay que queremos.
La Ministra dijo que el sentido de la celebración del 177 Aniversario de la Jura de la Constitución no es celebrar el contenido sino reconocer el gesto, la voluntad soberana de ser República. Agregó que se trata de conmovernos al recordar cómo nacimos, de rescatar la alegría de ser "nosotros" y cobrar conciencia que de nosotros depende el Uruguay que queremos. De la dificultad y de lo diverso emana el consenso posible, por encima de convicciones políticas, sociales, religiosas y culturales. Por este motivo la Constitución es el reflejo de la sociedad en la que se vive. Tourné dijo que la primera Constitución nos dotó de un ser común y fue el gesto fundante de la República. Esta primera norma nos otorgó la nueva condición de Nación frente a las otras naciones, frente al mundo y asignó a sus miembros el derecho a la ciudadanía a cambio de respeto y acatamiento en busca del bien común.
Nuestra nación necesitó de revoluciones, luchas valientes y dolorosas, de negociaciones con otras naciones: pactos tratados y convenciones. Para ser país, sobre todas las cosas necesitó, además la norma escrita.
DISCURSO DE LA MINISTRA DE INTERIOR DAISY TOURNÉ
Durante estos días - encomendada que me fuera la tarea de hacer uso de la palabra frente a ustedes en este día - rondaron en mi cabeza y en mi sentimiento preguntas, ¿Cuál es el sentido de esta conmemoración? ¿Cuál es el sentido de esta acto cívico a 177 años de jurada nuestra primer Constitución en aquel 18 de julio de 1830, en este preciso lugar, en esta plaza? ¿En dónde hacer los énfasis? Desde ya no será la simple evocación narrativa de un proceso, de un tiempo, de un hecho, un ejercicio de memoria. Ni tampoco el análisis académico de esa primer norma en sus contenidos y complejidades, en sus luces y sus sombras… Tantos aportes se han hecho y se seguirán haciendo en ese sentido por quienes de esta materia saben tanto que lo nuestro sería sin dudas, un esfuerzo torpe y aburrido. ¿Qué es lo que de la conmemoración de la Jura de la Constitución aún nos conmueve, nos convoca como ciudadanos y ciudadanas de este Uruguay del 2007? ¿Cuál es la esencia a rescatar? ¿Qué significó aquel día? Constituirse… ¿Qué significa? Confieso que soy amante de los diccionarios y que en ellos he aprendido mucho más que el significado estricto de las palabras. Constituir - dice el Diccionario de la Real Academia Española - alude a: Formar - componer - ser
Establecer - erigir – fundar Asignar, otorgar, dotar a alguien o algo de una nueva posición o condición. Obligar a alguien a hacer algo. Asumir obligación, cargo o cuidado. Eso es precisamente lo relevante. Aquella primera Constitución nos dotó de un SER COMÚN, fue el gesto FUNDANTE de la República, nos OTORGÓ LA NUEVA CONDICIÓN de nación frente a las otras naciones, frente al mundo y ASIGNÓ a sus miembros el derecho a la ciudadanía, OBLIGÁNDOLOS al respeto, al acatamiento en busca del bien común. CONSTRUYÓ ese consenso social posible y necesario para comenzar a transitar la nueva gloria de ser país. Nuestra nación necesitó de muchas cosas para devenir país. Necesitó de revoluciones libertadoras, de luchas valientes y dolorosas. Necesitó de negociaciones con otras naciones: pactos, tratados y convenciones con Argentina, con Brasil con el Imperio Británico. Pero para pararse definitivamente como país necesitó además de la norma escrita. "Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la Constitución puede acotarla."Todos recordamos esa cita de nuestro Padre Artigas. Ya en las Instrucciones impartidas a los diputados orientales ante la Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas, en abril de 1813, la primera expresión de voluntad soberana en materia de ordenamiento institucional formulada por el pueblo oriental, el Jefe de los orientales dejaba claro el camino, Art. 20- La Constitución garantirá a las Provincias Unidas una forma de gobierno republicana, y que asegure a cada una de ellas de las violencias domésticas, usurpación de sus derechos, libertad y seguridad de su soberanía, que con la fuerza armada intente alguna de ellas sofocar los principios proclamados. Y asimismo prestará toda su atención, honor, fidelidad y religiosidad, a todo cuanto crea, o juzgue necesario, para preservar a esta Provincia las ventajas de la libertad, y mantener un gobierno libre, de piedad, justicia, moderación e industria. FUNDAR, SER, OTORGAR, OBLIGAR…Fue la esencia de aquel primer gesto, de aquella construcción tan difícil como necesaria; de aquella primera norma jurídica para todos. Perfecta no, perfectible. Un marco desde el cual partir a levantar un Uruguay. Ese marco emergió de la Asamblea de Representantes electa en octubre de 1828. El 22 de noviembre se instala en la, entonces, Villa de San José, dos día más tarde se declara Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado, el 24 de noviembre. Su integración era diversa y difícil, en ella estaban liberales y conservadores, artiguistas y antiartiguistas, caudillistas y anticuadillistas, partidarios de Lavalleja y de Rivera, unitarios y federales, hombres de "la patria vieja" y hombres nuevos. De esa diversidad emana el consenso trabajoso. El 9 de marzo 1829 el Dr. José Ellauri presentaba ante la Asamblea el proyecto a discusión, al dar comienzo a la sesión decía, "Lo grande y lo perfecto no era compatible con las escasas luces de los miembros de la comisión, y con dificultades de todo orden que le ha sido forzado superar para concluir un trabajo tan delicado como importante. Los señores Representantes son testigos oculares de las faltas que se han sufrido en las diferentes residencias accidentales que ha hecho necesariamente la Asamblea en los otros departamentos. Sin la comodidad precisa para el recogimiento y la meditación, sin libros y sin una sociedad numerosa de ciudadanos ilustrados a quienes consultar y de quienes recoger conocimientos útiles." De la dificultad y lo diverso emana el consenso posible, ni lo grande ni lo perfecto, pero si lo fundante. La Constitución es el reflejo de la sociedad en que se vive dice la profesora historiadora Ana Freda, reivindicando desde una nueva mirada el carácter representativo de aquella primera Carta Magna. El Uruguay era eso: diverso y dividido, dificultoso y carente - tal cual lo señalaba Ellauri. A pesar de lo cual y por ello, nace esa primera norma jurídica escrita que nos contuvo a todos y a partir de la cual y también contra ella comenzamos el largo proceso sin fin de reconocernos, construirnos, constituirnos como República con nuestro nombre y nuestra identidad y nuestro derecho inalienable a ser una nación soberana y respetada. En su análisis el Dr. José Anibal Cagnoni señala dos rasgos centrales de la Constitución de 1830, la señala en su doble condición de PROCLAMACIÓN Y PROYECTO. Proclama un NOSOTROS, y proyecta un ordenamiento institucional, un gran acuerdo que nos obliga y al cual todos, por encima de pertenencias políticas, sociales, religiosas, culturales, respetamos, porque nos da sentido de existencia. Al decir de Horacio Martorelli: "Denominamos acuerdo constitucional al consenso que se forma entre clases, agrupamientos y sectores sociales acerca de la limitación del poder y del procesamiento del conflicto social." Limitación del poder y procesamiento del conflicto social; esenciales para la existencia misma de la nación en tanto tal. Es por eso que se hace necesario recordar aquel gesto fundante. Recordar: re-cordis - volver a pasar por el corazón… Ese es el sentido de que estemos acá reunidos en la misma plaza a 177 años. No celebrando el contenido de aquella primera norma sino reconociendo el gesto, la voluntad soberana de SER REPÚBLICA, desde lo que éramos y hacia lo que somos. De decir una vez más que la Constitución de la República es la ley que a todos y a todas nos contiene y nos obliga, que todas y todos debemos respetar, tener en cuenta. Es revivir la conciencia de cómo se construye patria, emergiendo de entre lo diverso, atravesando obstáculos y dificultades, trabajosamente creando el consenso social para poder decir: ¡¡¡ NOSOTROS, LOS ORIENTALES!!!! Que de eso se trata, de conmovernos al recordar como nacimos, de rescatar la alegría de ser NOSOTROS, de cobrar conciencia de que de nosotros depende la construcción de nuevos acuerdos, de que de nosotros todos y todas, emanará el URUGUAY que queremos, de que estamos llamados a ser protagonistas proclamándonos y proyectándonos. Ese es el gesto cívico, ese es el desafío constante del que estoy segura, sabremos estar a la altura. Señoras y señores, permítanme reconquistar un gesto para algunos antiguo, permítanme jalonar estas pocas palabras repitiendo emotivamente lo que tantos anónimos gritaron con fuerza alguna vez y en todos los tiempos, ser modernos no significa perder la memoria ni el orgullo de ser lo que hoy somos.