Durante la intervención artística “Exabrupto de color”, en la escultura del chileno Mario Irarrázabal, inspectores de la comuna se presentaron y no permitieron que continuara un espectáculo musical para el que no se habían gestionado los permisos necesarios.
Los inspectores de Higiene y Tránsito suspendieron la actuación musical de un grupo, que tenía previsto tocar sobre un ómnibus con matrícula argentina, más conocido como Bondi Gallery.
En el instante en que el artista Alfredo Segatori realizaba su trabajo, se preparaba una degustación de cerveza artesanal pero los inspectores notificaron a los organizadores que no se podía armar el stand puesto que sólo se había pedido autorización para la intervención de la escultura y no había gestiones ni para el espectáculo, ni la amplificación ni la acción publicitaria de la marca cervecera.
Uno de los organizadores del evento mostró su descontento y en diálogo con Subrayado dijo que las autoridades "no valoran el esfuerzo empresarial cuando se trata de hacer algo gratis y artístico para Punta del Este".
fotos: Marcelo Umpierrez