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En un duelo caliente, Argentina y Uruguay se enfrentaron en el clásico por primera vez en Eliminatorias en el estadio de Boca Juniors, en lo que parecía ser una fiesta preparada para los albicelestes.

La última doble fecha de las Eliminatorias mundialistas, con el cruce de argentinos y uruguayos marcó un desafío para ambos, arbitrado por el colombiano Wilmar Roldán, y el que se le viene, el martes próximo, en la visita a Brasil, que será una muestra de carácter más que tendrán que dar los dirigidos por Lionel Scaloni y asimismo los de Bielsa se las verán con Bolivia en Montevideo.

Fue un partido duro y muy disputado. Típico de un clásico rioplatense. La primera ocasión clara de gol la tuvo la celeste: a los 10 minutos, Darwin Núñez recibió un pase largo, encaró, seguido por Nicolás Otamendi, y pateó abajo, desviado, al segundo palo de Emiliano Martínez. Dos minutos después, Messi probó desde lejos, pero encontró muy atento a Sergio Rochet.

El partido siguió con un trámite duro, trabado, con los uruguayos marcando fuerte y cada uno persiguiendo a su marca asignada, con luchas exigentes en los mano a mano.

Iban 27 minutos cuando el seleccionado de Bielsa volvió a avisar en el área rival, con un disparo de Nicolás De La Cruz, pero se fue desviado. Cinco más tarde, Julián Álvarez le pegó mal en una media vuelta y el local tampoco pudo abrir el marcador en la noche porteña. Y a los 41 minutos sí llegó el gol, pero fue de Uruguay: Matías Viña desbordó a Nahuel Molina en un cruce picante, sacó un centro largo y bajo y, por la derecha, entró Ronald Araujo para meter un bombazo, inatajable para el arquero Martínez.

En el primer tiempo, el local no estuvo firme en el mediocampo, uno de sus fuertes. En busca de mejorar, Scaloni realizó un cambio llamativo en el comienzo de la segunda mitad: puso a Lautaro Martínez, pero mantuvo en cancha a Julián Álvarez, al sacar a Alexis Mac Allister, quien había sido amonestado. Y ocho minutos después ingresó Ángel Di María, en lugar de Nicolás González, buscando el DT que Fideo se juntara con Messi y le dieron dinámica y fútbol a la Albiceleste.

Enseguida llegó un aviso, ya que Messi, de tiro libre, sobre la derecha, metió un zurdazo y el balón pegó en el travesaño. En busca de otra variante para tratar de ganar el mediocampo, Scaloni optó por poner a Exequiel Palacios faltando media hora de juego y lo sacó a Rodrigo De Paul, el motor del equipo campeón mundial en Qatar 2022. Otro intento de corregir cosas que veía y no le cerraban, pero no le alcanzó ante un adversario incansable en la marca y con mucho punch en la zona media.

Con esa receta pedida por Bielsa, Uruguay corrió, presionó y metió muchísimo, sin darle tiempo a Argentina en la zona de gestación.

La Selección Argentina había llegado a este duelo en su mejor momento desde que levantó la Copa del Mundo en diciembre pasado e inició su camino a la gran cita de 2026 con cuatro triunfos: 1-0 sobre Ecuador, una histórica goleada 3-0 a Bolivia en La Paz sin Messi, otro 1-0 sobre Paraguay y en la última jornada 2-0 a Perú en Lima. Por su parte, Uruguay había cosechado siete puntos (los mismos, por entonces, que Brasil y Venezuela), ya que venció a Chile por 3-1, luego cayó 2-1 ante Ecuador, después empató 2-2 con Colombia y venía de conseguir una gran victoria 2-0 sobre Brasil.

Así, Uruguay se llevó una victoria histórica, la primera de visitante contra Argentina de manera oficial desde hace 36 años, cuando se disputó la Copa América de 1987. Sin dudas, un triunfazo de la Celeste y un llamado de atención para el campeón del mundo, que ahora debe visitar en otro de los grandes clásicos de la región a Brasil, que justó sufrió otro impacto al caer en Colombia.

La afición que viajó a Buenos Aires celebró en la propia Bombonera este triunfo pero también se extendió a todo el territorio uruguayo. Bien venida la victoria...




(Gol de Darwin Núñez, captura tv)
(Varias fuentes)