El proyecto propone sustituir la tradicional fórmula legal por “persona media, prudente y cuidadosa” en 14 artículos y en toda la legislación vigente, con el objetivo de actualizar el lenguaje jurídico y eliminar connotaciones de género.
La bancada del Frente Amplio (FA) en la Cámara de Diputados presentó un proyecto de ley que busca modificar el Código Civil uruguayo y reemplazar la expresión “buen padre de familia” por una nueva fórmula legal: “persona media, prudente y cuidadosa”.
La propuesta apunta a actualizar el lenguaje jurídico y evitar términos que, según se argumenta, pueden tener connotaciones discriminatorias o arcaicas.
El primer artículo del proyecto propone sustituir esta figura en 14 artículos del Código Civil (Ley Nº 16.603), incluyendo el 384, que actualmente establece que “el tutor debe cuidar de la persona del menor y administrar sus bienes, como un diligente padre de familia”.
Con la modificación planteada, ese mismo artículo diría: “El tutor debe cuidar de la persona del menor y administrar sus bienes, con la diligencia de una persona media, prudente y cuidadosa”.
La iniciativa no se limita al Código Civil. El segundo artículo del proyecto solicita eliminar “toda alusión al ‘buen padre de familia’ en las leyes y códigos vigentes”, para que esa fórmula legal ya no tenga lugar en ninguna norma en vigor.
El texto recoge aportes realizados por la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. En la exposición de motivos, los legisladores citan ese trabajo académico como base conceptual de la propuesta.
Según explican, “la figura del ‘buen padre de familia’ es una expresión arcaica a cuyo significado original no se presta atención”, y destacan que su permanencia en el derecho actual puede afectar el ideal de igualdad.
La argumentación sostiene que, fuera del ámbito técnico, el uso de esta expresión conlleva “varias dimensiones simbólicas discriminatorias” y que puede ser percibida como una forma de establecer un modelo superior de conducta, ligado a un perfil masculino tradicional.
El documento señala que la reforma no busca alterar el concepto jurídico de culpa, sino clarificarlo: “la culpa sigue siendo, tal como lo postula la doctrina y jurisprudencia actual, el actuar sin el esfuerzo y cuidado propios de una persona media, prudente y cuidadosa”. En ese sentido, el proyecto subraya la necesidad de que el cambio de redacción preserve “la predictibilidad y certeza” del sistema legal.
Según el texto, avanzar hacia un lenguaje más inclusivo en la legislación implica también “crear un discurso legal en que los símbolos de la desigualdad de género vayan eliminándose”. La bancada del FA decidió adoptar “de manera casi textual” el enfoque de los juristas que trabajaron sobre esta problemática.