La Bolsa reaccionó negativamente ante la entrada en vigor de las tarifas y el mercado afronta un futuro incierto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado el primer paso en lo que parece ser el comienzo de una nueva guerra comercial, imponiendo aranceles del 25% a productos importados de México y Canadá. Esta decisión, que entra en vigor esta madrugada, marca el fin del libre comercio en Norteamérica. A pesar de las negociaciones previas y los intentos por evitar esta medida, el mandatario estadounidense ha optado por cumplir su amenaza de aplicar tarifas proteccionistas, lo que ha generado incertidumbre en los mercados globales.
Con la justificación del fentanilo como excusa, Trump ha reiterado su postura de que México y Canadá deben trasladar sus fábricas a Estados Unidos si desean evitar estos gravámenes. La noticia de la aplicación de los aranceles ha sacudido las bolsas de todo el mundo. En Wall Street, el índice Nasdaq cayó un 2,6% y el S&P 500 sufrió una pérdida del 1,8%. Las monedas de ambos países vecinos también experimentaron devaluaciones, mientras que los mercados asiáticos abrieron con descensos significativos.
Además de perjudicar a sus socios comerciales cercanos, la medida también podría afectar a la economía estadounidense, que podría ver un aumento en la inflación debido a los mayores costos de importación. La Reserva Federal de Atlanta ya ha advertido de una posible contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2025.
Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos, México y Canadá también se han visto deterioradas. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, han expresado su descontento con la imposición de los aranceles. En Canadá, se ha prometido una respuesta firme, con la aplicación de tarifas similares a productos estadounidenses.
Por su parte, Trump ha justificado su decisión al insistir en que las tarifas son una herramienta eficaz para proteger los intereses económicos de su país, destacando que las empresas de México y Canadá deben producir en EE.UU. para evitar ser penalizadas. Mientras tanto, las tensiones comerciales no parecen disminuir, y muchos se preguntan si esta guerra comercial afectará las relaciones comerciales internacionales en los próximos meses.