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Los dos edificios fueron comprados por el Banco República, La Azotea de Haedo en diciembre de 2011 por un monto total de 1,5 millón de dólares, y la ex residencia presidencial en julio de ese mismo año, en una transacción que se saldó por 2,7 millones de dólares.

Ambos edificios iban a tener como destino ser sedes de actividades culturales y turísticas. Uno, La Azotea de Haedo, está siendo acondicionada para abrir este mismo año como museo y sede de actividades culturales y de turismo, según dijo Cristian Maneiro, encargado de comunicaciones de la Fundación Banco República a FM Gente.

EMBLEMA UNO

La Azotea de Haedo fue la residencia de verano del caudillo del Partido Nacional, Eduardo Víctor Haedo, quién fue presidente de la República entre 1961 y 1962.

Emplazada en el barrio Cantegril, en boulevard Artigas y Mercedes, el edificio adquirió valor de emblema más que por sus características particulares, por el uso que le dio su propietario.

Haedo, un político que tenía las dotes más pintorescas de esa especie, era también pintor y periodista, pero todo estaba al servicio de una personalidad excéntrica, que caía simpática a quienes le conocían.

En su residencia de Punta del Este, Haedo recibió a Alfonsina Storni, Pablo Neruda, Juan Domingo Perón, o Ernesto Ché Guevara, cada uno en su momento, lo que transfirió al lugar el atractivo de las dotes de anfitrión de su propietario.

Con el tiempo, mencionar La Azotea de Haedo era sinómino de lugar de encuentro del poder político más diverso, desde el emblema del guerrillero latinoamericano, al caudillo político populista; desde la multifacética Alfonsina Storni, al premio Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda. Todos los mayores referentes de la región en sus áreas, fueron llevados por Haedo a su casa de verano en Punta del Este.

El nombre del lugar proviene de que el lugar preferido por Haedo para recibir a las personalidades, era la azotea, una suerte de terraza que tenía de particular, el entorno natural que la rodeaba, lo que asombraba a todos los visitantes.

RESIDENCIA PRESIDENCIAL

La ex residencia presidencial de Punta del Este, en cambio, cargó con el estigma opuesto. Hubo mandatarios que supieron disfrutarla y recibir en ella visitas del más alto nivel, y otros que repudiaron su uso por estar enclavada en un balneario que reúne a personas con alto poder adquisitivo, y supuestamente símbolo de concepciones conservadoras.

Resulta sugestivo que el presidente José Mujica, uno de los siete conductores máximos de la guerrilla Tupamaros en los ’60 y comienzos de los ’70, fuera el encargado de firmar la documentación de la enajenación del lugar el 4 de julio de 2011, aunque sigue en la órbita estatal. También que se informara oficialmente que Mujica destinó los 2,7 millones de dólares obtenidos, al Plan Juntos de Viviendas para personas de bajos recursos.

El supuesto estigma que carga la ex residencia presidencial de Punta del Este, parece extenderse actualmente al abandono que luce.

Presidencia de la República hizo público el 4 de julio de 2011, que la compra abarcó tres padrones, uno corresponde a la ex mansión presidencial de Punta del Este, y los otros a dos casas que fueron anexadas posteriormente.

ANTES DE FIN DE AÑO

Maneiro comentó que La Azotea de Haedo “es un museo porque obviamente el valor histórico de las piezas que allí se tienen da como para tener un museo ya pronto, y con llave en mano”.

“De cualquier manera, no se va a agotar la posibilidad de la exposición de la Azotea de Haedo sólo como museo, sino que va a servir como plataforma para el desarrollo de algunas actividades, de tipo cultural, turística, o lo que el banco o la intendencia puedan estar necesitando”, prometió.

Agregó, ubicando el comentario como una suposición, que “antes de fin de año vamos a tener un proyecto mejor definido para la apertura, es decir, abierto está, pero no está del todo presentable como nosotros quisiéramos”.

“Estimamos que antes de fin de año esto va a estar pronto como para poder ser usado, tanto como fines de museo, como plataforma de eventos culturales entre otros”, consolidó.

PUESTA A PUNTO

Maneiro definió lo que se hace con La Azotea de Haedo, como “una puesta a punto, digamos, por lo menos en lo que era más crítico, tanto lo que podría ser tareas de atender algunos problemas edilicios; cuidado del parque, de pintura, de exteriores, de fachada, ese tipo de cosas ya se hicieron”.

“El tema es que obviamente tenemos que ver los presupuestos que se van a votar para la conservación del patrimonio y en ese sentido qué es lo que se va a disponer para la conservación de La Azotea”, se escudó.

Dijo que hubo un deterioro “en el lapso en que el banco adquirió la propiedad y que se hizo cargo; cualquier propiedad, si no se cuida, más una propiedad de esa naturaleza con la antigüedad que tiene, hay que estarle arriba permanentemente para cuidar todos los detalles”.

“Exige muchísimo dinero poder mantenerla y no se habría podido mantener como se merece; obviamente, también, fue una de las razones por la cual se vendió y el banco la compró para poder seguir manteniendo el patrimonio en manos de uruguayos”, dijo con clara intencionalidad.

Pese a las afirmaciones de Maneiro, vista desde el exterior, La Azotea de Haedo luce el mayor descuido. Fue atacada por el vandalismo gráfico denominado grafiti. Voceros de la Fundación Banco República afirman que no tienen forma de evitar esos ataques.

El ex presidente del Banco República, Fernando Calloia, dijo a FM Gente el 2 de octubre de 2012, apenas 15 meses después de la compra, que ponían en venta la ex residencia presidencial de Punta del Este. Ese predio sigue hoy en poder del BROU, pero luciendo un deterioro que hace dudar del valor que se pagó por él. zl



Producción: Fiorella Galeotti (primera parte)
Foto: El País