La mujer de 36 años condenada a ocho años de penitenciaría por ser coautora de copamiento, llevaba siete años con su pareja, convivían desde entonces, y tenían un hijo de seis años en común.
M.O.U.C permaneció hasta último momento alegando que era una víctima más del copamiento que se perpetró en su hogar una madrugada del mes de febrero.
Dos hombres ingresaron a su vivienda mientras su pareja, sus dos hijos - de 6 y 9 años - y su suegra dormían.
Su defensa quiso alegar que ella estaba siendo amenazada por los autores del copamiento pero las pruebas de la Justicia demostraron todo lo contrario.
En la resolución judicial, a la que accedió FM GENTE, donde se la condena a ocho años de penitenciaría, la jueza Sylvana García señala que el relato de la mujer cuando plantea la teoría de víctima “es poco creíble y algo novelesco” y que está lejos “de ser desgarrador como pretendió hacerlo ver la defensa”.
La jueza manifiesta que, “con todo el respeto que la misma nos merece”, le da la impresión “de una sobre actuación”.
De la investigación también surge que un mes antes del copamiento, en enero, M.O.U.C planeó dos robos a su suegra, que ejecutó uno de los argentinos que llevó a cabo el copamiento.
J.R.R, de 18 años, viajó dos veces desde Buenos Aires a Maldonado con dinero que le enviaba la mujer. Ella le entregaba las llaves del apartamento de su suegra y él ofrecía a sus contactos los objetos que robaba de ahí.
Inclusive después del primer robo, el hijo cambió la cerradura de la vivienda de su madre - de 91 años de edad - pero volvieron a ingresar sin forzar la misma. Era su propia pareja quien entregaba las llaves al ladrón.
Estos hurtos no estuvieron contemplados en la condena que recibió M.O.U.C. a quien se la juzgó como coautora del copamiento.
M.O.U.C. llevaba siete años con su pareja, convivían desde entonces, y tenían un hijo de seis años en común, además criaban juntos al otro hijo de ella, de nueve años.