Cobraban 100 dólares la entrada, tenían una empresa de seguridad contratada y también baños químicos. Un vecino se acercó a hablar y lo golpearon.
Luis María Rodríguez, de 71 años, fue golpeado por un grupo de jóvenes que se encontraban en una fiesta privada en un chalet del barrio residencial San Rafael.
En diálogo con FM GENTE, el damnificado indicó que la noche del sábado los organizadores de una fiesta en la carpa de Open Park - ubicada en la zona de El Placer - llevaron a cabo un after en el chalet de San Rafael, desde el sábado a la madrugada hasta el domingo.
“Claramente hay un vínculo entre la empresa que organizó las fiestas en Open Park los días 5 y 25 de enero y estos afters, el 6 y 26 de enero”, indicó el vecino, quien integra la directiva de la asociación vecinal del barrio.
El after era privado y las entradas costaban alrededor de los 100 dólares. La fiesta contaba con seguridad privada y baños químicos. “Había cientos de personas. Autos por todos lados. No era una reunioncita, había una organización comercial”, señaló, y añadió que este tipo de evento “no está autorizado en esa zona, es clandestino”.
Las pulseras que le entregaban a los asistentes decían “secretito” y retiraron el cartel con el nombre del chalet.
Luis relató que cuando se acercó a la propiedad para tratar de hablar con alguien responsable de la fiesta, “me vieron y se me vinieron encima. Tenía un celular en la mano y me lo querían sacar”. Finalmente le robaron el celular marca iPhone, que posteriormente fue recuperado por la Policía, y dañaron su vehículo.
“Tengo echa pedazo la camioneta además de rota la cara”, contó Luis y detalló que mientras “dos patovicas” lo sostenían, dos jóvenes muy violentos lo golpeaban, sin embargo, eran muchos más los que estuvieron involucrados. “Imagínense la cobardía de esa banda. Yo estaba solo y tengo 71 años. Eran 10 tipos, que no vinieron a hablar, vinieron a arrancarme el celular de la mano y a pegarme”, lamentó.
El vecino añadió que cuando fue a la seccional policial a realizar una ampliación de la denuncia se enteró “que quedaron todos liberados”.
Integra “Vecinos en alerta”, una asociación que trabaja por la calidad de vida del barrio San Rafael y dijo que “hay un tema que hace a todo el barrio, que es el tema de cómo estas actividades clandestinas, violatorias de las normas de convivencia, siguen teniendo lugar y las autoridades no se involucran”.
“En este caso tomaron acción porque estaban tan pasados de rosca que tuvieron que intervenir, pero la Policía nos dice que en ruidos molestos no se meten y la intendencia dice que no puede intervenir sin la Policía”, reclamó.
Luis, que vive en el barrio hace 30 años, señaló que esta situación “tiene una historia anterior de omisiones e irresponsabilidades en cadena, que terminan después en esto, pero lo grave es que esté ocurriendo en un barrio residencial”, concluyó.