Facebook Twitter WhatsApp

La superioridad en el juego y la ventaja en el score fueron el balance lógico de una primera mitad en la que hubo un solo equipo en la cancha. Es que Nacional fue intenso, agresivo y el único que por propuesta se posicionó en ataque, contando para ello con un inspirado Gonzalo Carneiro, una auténtica pesadilla para la zaga rival, que no pudo nunca frenar al potente y hábil delantero. Justmente fue el propio Carneiro el encargado de gestar con una perfecta asistencia de cabeza el gol albo, convertido por Juan Ignacio Ramírez, quien, con una notable definición, dejo a las claras su capacidad de goleador. El aurinegro defeccionó por completo. Liviano y por demás retrasado en el campo, no generó absolutamente nada en ofensiva. Y en defensa resultó ser un verdadero tembladeral. Tras las expulsiones en el minuto 35 (Fagúndez y Coelho), el partido se tornó excesivamente áspero y conversado.

José Neris igualó el tanteador en el amanecer del complemento, con un gol de los denominados “de vestuario”. Todo hacía indicar que el aurinegro crecería en lo colectivo y, además, le propinaba un golpe en lo anímico a su rival. No fue así: por el contrario, el dueño de casa continuó con su propuesta de ataque, posicionado decididamente en campo contrario, con un correcto funcionamiento colectivo. Y con el tanto del argentino Gabriel Báez se volvió a poner merecidamente en ganancia. Tenía todo a su favor, jugaba mejor, y el carbonero no lo inquietaba en ataque, al punto de que ni siquiera se arrimaba al área contraria. Con el partido controlado, el triunfo prácticamente estaba en el bolso. Sin embargo, increíblemente se le esfumó debido a un grueso error defensivo en un centro aéreo sin mayores pretensiones, que encontró sin marcas a Lucas Hernández, quien, parado en el punto penal y carente de marcas, conectó el certero cabezazo que decretó el inesperado empate final.

Nacional no lo supo ganar y terminó a puro lamento, masticando bronca. Peñarol, producto de su contundencia, su único rubro positivo, rescató un punto in extremis. El resultado es, entonces, mentiroso. Pero en futbol no gana el que juega mejor ni el que hace más méritos. Y la igualdad clásica, pese a la preocupante demostración de juego carbonera, quedó sellada.

NACIONAL 2:2 PEÑAROL

Cancha: Gran Parque Central. Juez: Mathías De Armas. Asistentes: Richard Trinidad y Sebastián Silvera.

NACIONAL: Salvador Ichazo, Leandro Lozano (81′ Diego Rodríguez), Daniel Bocanegra, Diego Polenta, Gabriel Báez, Yonatan Rodríguez, Francisco Ginella (62′ Diego Zabala), José Alberti (75′ Rodrigo Chagas), Franco Fagúndez, Gonzalo Carneiro (81′ Emmanuel Gigliotti) y Juan Ignacio Ramírez (75′ Franco Romero). Director técnico: Álvaro Recoba. Suplentes: Ignacio Suárez, Fredy Martínez, Thiago Helguera, Federico Martínez y Gonzalo Castro.

PEÑAROL: Guillermo De Amores, Matías Aguirregaray (78′ Pedro Milans), Leonardo Coelho, Maximiliano Olivera (52′ Santiago Homenchenko), Lucas Hernández, Damián García, Sebastián Cristóforo (78′ Brian Mansilla), Sebastián Rodríguez, Franco González (46′ Nahuel Herrera), Valentín Rodríguez (46′ José Neris) y Matías Arezo. Director técnico: Darío Rodríguez. Suplentes: Thiago Cardozo, Carlos Sánchez, Ignacio Sosa, Kevin Méndez y Bruno Bentancor.

GOLES: 30′ Juan Ignacio Ramírez (N), 47′ José Neris (P), 63′ Gabriel Báez (N), 87′ Lucas Hernández (P).

Expulsados: 35′ Franco Fagúndez (N), Leonardo Coelho (P), Ignacio Suárez (N) y Thiago Cardozo (P).

Tarjetas amarillas: 16′ Leonardo Coelho (P), 31′ Juan Ignacio Ramírez (N), 32′ Franco González (P), 64′ Gabriel Báez (N), 71′ Gonzalo Carneiro (N) y Sebastián Rodríguez (P), 72′ Yonatan Rodríguez (N).






(Copyright Tenfield) (Foto Diario El País)