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“El regreso de la gruta es simplemente lo que muchos urbanistas o gente que se ha preocupado por las ciudades han denominado la memoria de los lugares”, comenzó situando.

Dijo que “casualmente en este mes se cumplen 50 años, exactamente 50 años de cuando yo hice o realicé y proyecté la gruta; data de una obra que fue ícono, que la gente pregunta dónde estaba, qué fue ese misterio del encanto de la naturaleza, que se agregó un hecho artificial respetando la misma, y tuvo no éxito, un profundo triunfo en mi tierra”.

“Desgraciadamente, por motivos a veces de la adolescencia que sufrimos algunos pueblos, lo rompieron”, se quejó.

UN REENCUENTRO CON EL PASADO
Flores continuó con que “entonces, la Junta Departamental de Maldonado, el Parlamento del lugar que he elegido para vivir, yo no soy de Punta del Este pero he elegido para vivir este lugar, me ha invitado a hacer una charla, un diálogo, un reencuentro con el pasado”.

“Pero el interés nuestro es traerlo al presente, la gruta, sintéticamente, debe de estar en el lugar más bello de nuestro país, que tiene muchos enclaves espléndidos, pero Punta Ballena es única, en Uruguay es única; y el lugar donde está la gruta, también es único”, laudó.

Afirmó que “tiene una historia muy cargada, de pescadores, de gente, la gruta siempre fue misteriosa para el ser humano”.

“Así que ahí me encargaron cuando yo tenía exactamente 34 años, hace 50 años de esto, un conjunto de inversores que había hecho una obra fantástica, que integraba el arquitecto Catalán Bonet, y con algo único en nuestro país que hemos despreciado, que fue el Club Mediterranée”, repasó.

Agregó que “el Club Mediterranée que hoy existe, en aquella ya era la institución turística más grande el mundo y había elegido el Uruguay para tener su primera estación, (…) era una revolución en el buen sentido de la palabra, del turismo a este nivel”.

“El Uruguay que todos conocemos de la década del ’60, que fue una década de gran creatividad y también de grandes conflictos políticos, en nuestro país el poder militar la anuló y de ahí para adelante ha quedado abandonada, y no la pisé más”, confesó.

Pero añadió que ahora “que la junta en un acto realmente insólito y que me parece fantástico y que sigo aplaudiendo y agradeciendo, me ha invitado a hacer una charla como Parlamento del lugar, sobre ‘Qué es la gruta’”.

“Yo creo que estamos en posibilidad, la gente está en posibilidad, está en condiciones de traer el pasado al presente y rehacerlo, porque lo más difícil ya está hecho, simplemente falta la voluntad creadora y que tengamos un turismo que explotemos a alto nivel lo que las costas nuestras dan y no está explotado”, reforzó.

EL TURISMO UN HECHO RECHAZABLE
Flores afirmó su convicción de que “estamos en condiciones y voy a decir por qué: porque el turismo siempre fue un hecho rechazable cuando nació, porque a nadie le gusta alquilar su casa, pero no necesitamos alquilar la casa en un momento dado”.

“Así que es una cosa natural la destrucción que a veces hacemos con los propios visitantes, con los propios huéspedes que invitamos, también los rechazamos: la gruta fue sintéticamente eso, el turismo trae contaminación, trae costumbres, trae una cultura ajena, eso fue lo que pensó aquel poder monofásico que tuvimos en su momento”, dijo.

Expuso que “así que este fue un hecho natural, desgraciadamente natural, que hoy en día ya se ha superado, hoy el turismo es la estructura de servicios más grande del mundo, después de la droga y las armas, es lo que más dinero hace en el mundo”.

“Y además, lo distribuye inmediatamente; Maldonado ha crecido, Punta del Este ha crecido en ese sentido, y todos los maldonadenses, todos los puntaesteños son gente que ya está preparada para recibir el turismo y está ávida de que eso pase”, aseguró.

Indicó que “lo más difícil de la gruta está hecho, sacamos 1.500 metros cúbicos de roca a cielo cerrado, nunca en el país hubo una explotación en ese sentido porque no somos un país que tengamos minería, y no se ha hecho más, tampoco”.

“Lo más difícil está hecho, simplemente la han habitado personas que han tomado el turismo como una cosa frívola, y es una cosa profunda el turismo, el ocio recreativo debe ser uno de los síntomas, como dicen los sociólogos, de mayor libertad del ser humano”, respaldó.

Aseguró que “estamos en condiciones de eso, no es tan difícil porque además la gruta tiene esa cosa fantástica y es que todo el entorno está libre, el tema es que los uruguayos todavía no hemos sabido qué hacer con ese espacio libre, porque no tenemos una documentación cierta”.

“Si la gruta es nacional, si la gruta es particular, si la gruta es del ministerio de Transporte, si la gruta es de Prefectura, tenemos una cantidad de inconvenientes burocráticos que frenan todas las iniciativas”, advirtió.

Añadió que “si eso se aclarara yo creo que Maldonado está en condiciones perfectas de poder revitalizar eso, porque lo más claro, lo más grave, es que ya está hecho, y además, que eso a mí me importa mucho, es una obra ambiental, no solamente no destruye el ambiente, sino que lo potencia”.

“Y tan es así que esa obra fue a la Bienal de Venecia hace dos años, en el 2014 la gruta integra el envío de arquitectura internacional a la Bienal de Venecia, quizá, una de las exposiciones de arquitectura más grandes del mundo, y las destacan y la llevan por su carácter ambiental”.

“La gruta fue ambiental cuando aún la noción de ambiente no estaba definida, nace con ella, así que yo creo que están todas las condiciones para hacerla si el país quiere crecer, si el país quiere distribuir riqueza, si el país quiere esforzarse y no quedar en manos de boliches, la gruta no es un boliche”, contrastó.

“La gruta fue un ícono trascendente de la industria de turismo más grande del mundo, que es el Club Mediterranée, de los transportistas más grandes del mundo en aquel momento que eran Branif, los inversores más fuertes que llegaron al Uruguay, que habían sido Solanas”, completó.