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Federico Graña calificó “sin precedentes” el hecho de que su defensa haya podido “lograr acreditar y demostrar que había sido todo simulado” y que Fiscalía haya desistido de su acusación inicial: de un delito de copamiento con una pena de 22 años de penitenciaría pasó a delitos menores que implican una pena de 24 meses de prisión.

Este miércoles los cuatro imputados - D. R. C., H. M. B, D. N. F. y E.G.D.R.- declararon en una nueva audiencia judicial y este jueves finalmente fueron condenados, tras un juicio abreviado, por simulación de delito, privación de libertad, lesiones personales y un delito de incendio (este último se refiere a la camioneta de Gonzalo Aguiar que se llevaron esa madrugada y que posteriormente incendiaron).

Los imputados ya cumplieron con la condena debido a que hace más de 24 meses que fueron imputados y cumplen con medidas cautelares que se descuentan de la pena.

CASO LA MAISON

El 22 de febrero de 2023 cuatro hombres ingresaron de madrugada a “La Maison”, una de las mansiones más lujosas de Punta del Este, y propiedad del ahora fallecido Gonzalo Aguiar.

Al inicio todo indicaba que habían ingresado a robar y que para ello habían cometido un copamiento. En las primeras audiencias judiciales, Fiscalía acusó a los hombres de haber entrado a la mansión con “extrema violencia”.

“Los delincuentes ingresaron a la residencia armados, amenazaron a dos guardias y al padre del dueño de la casa, de 85 años. Se llevaron 20 armas cortas y largas, celulares, entre otros objetos. También buscaron dinero pero no encontraron”, indicó Fiscalía en la primera acusación tras la cual pidieron para ellos entre 20 y 22 años de penitenciaría.

Luego de la muerte de Gonzalo Aguiar - y que con ella hayan surgido otros precedentes similares como la simulación de secuestro y de casamiento - y de que los abogados de uno de los imputados - los doctores Federico Graña y Jessica Tonkovic - presentaran nuevos elementos probatorios, Fiscalía comenzó a estudiar la posibilidad de que haya sido una simulación de copamiento a pedido del propio Aguiar.

En abril de 2024, Graña y Tonkovic presentaron en una audiencia judicial pruebas que determinaban que Aguiar “había ordenado desconectar las cámaras de video vigilancia de la mansión una semana antes del copamiento” y que los supuestos copadores no utilizaron “un solo precinto para atar a las supuestas víctimas”, entre otros elementos probatorios. Además de la extrañeza de que ninguno de los supuestos copadores tenía antecedentes judiciales.

La teoría que la defensa manejó desde el principio es que Gonzalo Aguiar "estaba atravesando un gran inconveniente económico" y que por ello propuso a su defendido “simular un hurto” de un arsenal de armas que ya tenía vendidas en el mercado negro y de una camioneta de la que cobraría seguro.

Luego de dos años de investigación, Fiscalía aceptó que se trató de una simulación y modificó la acusación que había realizado.