Lesly Caballero, director de la Cárcel Las Rosas, dijo a FM GENTE que el establecimiento tiene, al día de hoy, 854 reclusos. “Hay 44 mujeres y 850 hombres”, señaló. Admitió que “hay carencias” de personal para atender a esta cantidad de personas privadas de libertad.
“La cantidad de funcionarios que tenemos es la mínima para lograr un normal funcionamiento”, explicó.
“Este ha sido un año atípico con el tema del COVID… Tuvimos una semana con la mitad de los funcionarios en cuarentena. Nos tuvimos que desdoblar y aun así el trabajo salió”, señaló.
El jerarca manifestó que tienen lugares especiales, en celdas, a nivel de hombre y mujeres, para atender casos sospechas de COVID y mantener el aislamiento.
SUPERPOBLACIÓN A NIVEL DE HOMBRES
También expresó que la cantidad de reclusas “está bien” y no hay superpoblación. “A nivel de los hombres la realidad es bastante diferente”, ya que el celdario, construido en 2012 después de los motines de 2009, tiene capacidad para 544 personas.
“Y hay unos 820 en el celdario”, ya que se creó un sector de progreso en el edificio viejo, en el que viven unas 30 personas “en un régimen totalmente diferente”, remarcó.
“Y estamos ensayando otra solución alternativa, con otro lugar para sacar a 30 personas más”, anunció.
Caballero dijo que “el edificio viejo se ha ido reciclando. Hay salas de clase, hay un espacio audiovisual, salones para conferencias de gran porte”, añadió.
También informó que, con pallets, se han creado, en la carpintería del centro, parrillas, tipo camas marineras, para colocar en las celdas que tienen tres camas de hormigón. “Igualmente no tenemos para los 300… Hay gente que duerme en el piso”, admitió.
“Y a la gente que duerme en parrillas también se la cuenta como que duerme en el piso… Nosotros tenemos 300 personas que duermen en el piso, ya sea en una parrilla o en un colchón”, reconoció.
“PULMÓN” DE LAS CÁRCELES METROPOLITANAS
Por otra parte, indicó que Las Rosas no está funcionando como “una cárcel regional”, aunque sí funciona “como un pulmón de escape de las cárceles metropolitanas… Pero no es que nos traigan mucha gente de la zona metropolitana”.
Agregó que, si una persona tiene una conducta inapropiada, donde también está ejerciendo ahora la dirección desde hace una semana, no va al Comcar, sino que generalmente se la traslada a Las Rosas.
“Lo mismo sucede con Treinta y Tres, Cerro Largo y Lavalleja, que tienen cárceles de menor seguridad”, sostuvo.
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