Facebook Twitter WhatsApp

“Siempre que necesitamos recursos los tuvimos, muchas veces recurrimos a otros organismos del Estado, como el Ministerio de Economía y Finanzas que siempre nos ayudó”, indicó la presidenta del directorio de ASSE, Susana Muñiz, en referencia a la respuesta inmediata y a los principales trabajos de reparación que realiza la institución en los edificios a su cargo afectados por tormentas y fuertes vientos en distintos puntos de Uruguay el año pasado.

El mayor daño se registró en el hospital de Dolores, la ciudad del departamento de Soriano devastada en gran parte el 15 de abril por el pasaje de un tornado. En ese centro, la situación ameritó el cierre de algunos servicios y el traslado de pacientes a otros prestadores de salud privados y hospitales de departamentos próximos.

La reapertura de la emergencia incluyó tres boxes y una unidad de reanimación cardiopulmonar (RCP), apartados de observación compuestos por dos camas, así como el área de internación para 10 personas con cuidados moderados para adultos distribuidas en habitaciones con equipamiento para dos pacientes cada una, baño privado y aire acondicionado.

Si bien ya funcionan con normalidad esos espacios, aún se llevan a cabo algunas obras en el área de Imagenología y otros sectores del hospital.

SAN CARLOS Y PAN DE AZUCAR
Muñiz precisó que estas dificultades climáticas afectaron otras zonas del país, especialmente en el este en los últimos meses de 2016. “Tuvimos afectaciones en el hospital de Pan de Azúcar y en el San Carlos, en el departamento de Maldonado, así como en la ciudad coloniense de Carmelo y en Paysandú”, repasó.

En cuanto a la disponibilidad de recursos financieros para atender la emergencia, la jerarca aseguró que ASSE nunca sufrió dificultades. De todas formas, excepto en Dolores, donde fue necesaria una inversión mayor, el resto de las obras implicaron menor cuantía.

“Muchas veces hay que realizar procedimientos de urgencia para mejorar los espacios rápidamente”, explicó la presidenta de ASSE, quien aseguró que el personal de salud está acostumbrado y adaptado a estas situaciones, dado que “el último año fue bastante difícil en ese sentido”.

Muñiz enfatizó en la importancia de capacitar a los equipos de salud para funcionar frente a adversidades climáticas, ya que estas ocurren cada vez con mayor frecuencia en Uruguay.