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Y la verdad es que la noticia fue muy dura. Te cierran las puertas de llegar tu hogar, porque en mi caso se trata de mi casa… Ahí quedó mi ropa, mis vehículos, mis tarjetas de crédito, documentos, etc. Es una situación muy rara”, destacó.

“Todos sabemos que si tomas el barco acá”, y se cumple con los hisopados y la cuarentena, “ya está… No veo cómo no podés regresar a tu casa. Me parece muy extraño”, destacó.

Dijo que compró su primer apartamento en Punta del Este en 2002. “Después nos mudamos a una casa en Pinares. Desde ese entonces somos propietarios. Estamos la mitad del tiempo en Uruguay”, destacó.

“Tenemos gente que colabora en la limpieza, que trabaja en la jardinería, en los arreglos de la casa… Y los más perjudicados son ellos. Y eso nos tiene bastante mal a todos porque los estamos afectando también a ellos”, añadió.

“Nosotros tenemos la residencia en trámite. Estuvimos como residentes porque nuestros hijos estudiaron ahí… Nunca terminamos el trámite por la normalidad de ir y venir, a pesar de que podíamos haber sacado la cédula. Y nos sorprendió esto imprevistamente. Viajamos en febrero por un problema de enfermedad de mi hija y ya no pudimos volver”, señaló.

Dijo que ha hecho varios trámites en el Consulado uruguayo, pero no ha obtenido respuestas.

“Ya nos queda poca plata para seguir pagando los servicios. Si no llevo dinero para pagar UTE, OSE, Antel… Ya le debo dos meses a la empleada doméstica, y le debo al jardinero… Honestamente, no entiendo. Acá es imposible enviar dinero al extranjero. Salvo con unos costos altísimos y en ambiente no legales, en los que no me quiero meter. Cada vez se nos hace más difícil llevar el dinero a Uruguay para pagarle a quienes cuidan nuestros bienes, nada más. Es una situación complicada. Porque, a la larga, yo no podré viajar, pero tampoco podré tener la posibilidad de pagarles. Es difícil”, afirmó.