El periodista e investigador Álvaro Alfonso reafirmó en FM GENTE que hubo un acuerdo entre los militares y los tupamaros, que se mantiene. También indicó que muchas de las cosas que ahora salieron a la luz pública con la divulgación de las actas del Tribunal de Honor sobre Gilberto Vázquez, no son nuevas, ya que estaban contenidas en su libro “Encontrando a los desaparecidos”, publicado en agosto de 2006. Alfonso consideró que el tema de fondo “es encontrar el resto de los desaparecidos” y “esto no ayuda nada”.
“Si hay dos referéndums populares, uno en el 89 y otro en 2009, y yo les pido información a los militares, me preguntan después que pasa y yo le digo que van presos… Lógicamente, creo que nadie daría esa información”, afirmó el investigador.
CONTENIDO DEL LIBRO
En su libro “Encontrando los desaparecidos”, Alfonso revela, entre otras cosas, que el 30 de abril de 1989, en el semanario Búsqueda, Luis Rosadilla, ex ministro de Defensa, afirmó que “para el país es un capítulo cerrado. Planteamos un método para impugnar la ley de Caducidad y hubo un pronunciamiento popular. ¿Qué otro tipo de discusión puede haber? Conociendo las reglas de juego, las aceptamos. Anunciamos antes (del plebiscito) que íbamos a acatar el resultado del referéndum y hemos cumplido, somos tipos de palabra”.
En tanto, el 27 de marzo de 1997, el doctor Gonzalo Fernández: señaló que “como jurista debo atenerme a la caducidad y sepultar fantasías penales. De ahí que no alcance a percibir el sentido de esta nueva denuncia, empecinada una vía muerta (…) pedirle a un juez que salga a remover tumbas por los cuarteles constituye una utopía jurídica. El capítulo penal de los militares está definitivamente clausurado. Creo que esta nueva denuncia solo contribuye a entorpecer una salida institucional. Enrarece el clima y obstruye una salida política”.
Alfonso afirmó que “estas dos citas marcaron el accionar del Frente Amplio antes de tomar el poder”.
“Antes de la elección de octubre de 2004, el Congreso del Frente Amplio, ratificó que de llegar al gobierno mantendrían la ley de Caducidad. En aquel momento se registró un debate con dos posiciones, una liderada por el ex Ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, y la otra por el ex diputado, Hugo Cores. Triunfó con un porcentaje del 60 por ciento la propuesta Fernández Huidobro, durante dicho Congreso”, sostuvo en el libro.
“Meses previos a la elección de 2004, comenzaron las reuniones de dirigentes del Frente Amplio (no tupamaros) con militares. Y la promesa era que nadie iría preso”, apuntó.
También afirmó que “un mes y poco después de asumir, el designado comandante en jefe, Ángel Bertolotti no tenía línea y era asesorado entre otros por el coronel Gilberto Vázquez. El Coronel Vázquez era muy particular, tenía la teoría que un grupo de militares debía ir preso para igualar la situación de confinamiento de los tupamaros. Empero, antes de la elección Vázquez en una reunión con miembro del MLN-T, les transmitió que nadie iría preso y le preguntó si irían otra vez a las manos. Los tupamaros le dijeron que no querían eso, que ya habían enterrado a sus muertos y los habían llorado. Pero advirtieron que el gobierno era Vázquez”.
“Entonces el coronel Vázquez, ensayó una velada amenaza y dio a entender que atentaría contra el presidente Vázquez. Bertolotti le transmitió a Gilberto Vázquez, que ‘la cosa se había complicado’ y ahora querían cuatro cabezas. Los elegidos eran el Coronel Rodríguez Buratti, uno de los jefes del servicio de inteligencia en los años 70. Bertolotti ҄ siguió avanzando y expresó que querían huesitos”, añadió.
“El 12 de abril de 2005, el general Saavedra planteó a los generales que el Ejército se adelantará al Poder Ejecutivo y ordenará una investigación interna con el fin de cumplir el artículo 4 de la Ley de Caducidad. El tema tomó estado público. Posteriormente el 2 de mayo de 2005, se concretó una reunión del entonces Presidente de la República, Tabaré Vázquez, el doctor Gonzalo Fernández, y la cúpula de generales. Vázquez transmitió que la prioridad del gobierno era el caso Gelman y los asesinatos de Michelini y Gutiérrez Ruiz, no pediría a los comandantes que lo acompañaran en caso que el Estado decidiera pedir perdón por las violaciones a los derechos humanos”, destacó.
“NO AL REVISIONISMO”
Alfonso dijo en FM GENTE que “los pronunciamientos militares contra el revisionismo provienen desde el año 82. Y se reiteraron cada poco tiempo hasta la salida democrática”.
“Y por eso se dan todas esas contingencias que vienen: la Ley de Caducidad y todo lo que siguió después”, destacó.
“Es todo una larga historia… Por un tiempo se va a calmar. Y después va a aparecer otro tema, y se va a seguir y seguir. Pero el tema de fondo no se termina de solucionar. En mi criterio, la única vez que pudo solucionarse fe en 1985, cuando se vota la ley de amnistía para los tupamaros”, pero los militares no quisieron ser incluidos “porque no querían ser comparados con los tupamaros. Y mirándolo en ese momento, podría ser una razón valedera. Pero mirado 20 años después, faltó criterio político, por lo que podía pasar si ganaba el Frente Amplio”, señaló.
“Si hubieran estado incluidos (los militares) en esa amnistía, el tema de los desaparecidos ya se habría manejado de otra manera para los dos”, subrayó.
“Pero hoy, un par de generaciones después, seguimos con el mismo asunto, 35 años después. Y sigue sin solución el tema de fondo”, insistió.