Mercedes Biojo
Mercedes Biojo

UNA BUENA Y UNA MALA. La mala, los perros que siguen bajando a la playa (con o sin dueño) y molestan a los bañistas (escarban, ladran, se rascan las pulgas, defecan, se sacuden el agua, orinan al pie de la sombrilla, olfatean el tupper, en fin…) a pesar de la prohibición de la Prefectura Nacional Naval. La buena, que algunos dueños se apiadan del resto y ponen manos a la obra para recoger “el regalito” que la mascota deja sobre la arena. La autora de esta foto, tomada en Solanas, afirma que el perro iba suelto y que sus propietarios le pusieron la correa cuando notaron que ella tenía una cámara en la mano. Estima que, por el mismo motivo, tomaron la bolsita del supermercado y recogieron la caca del can, que siguió tan campante disfrutando de la playa.

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